La presidenta del cuerpo protagonizó varios de los cruces al mediar entre los senadores del Frente de Todos y de la UCR que pidieron la palabra.
Las acusaciones y denuncias cruzadas que inauguraron el debate sobre el proyecto de intervención del Poder Judicial de Jujuy en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado se trasladaron ayer a la tarde al recinto de la Cámara alta en la previa del debate sobre jubilaciones de privilegio.
La presidenta del cuerpo, Cristina Fernández de Kirchner, protagonizó varios de los cruces al mediar entre los senadores del Frente de Todos y de la UCR que pidieron la palabra.
El primero en pedir una cuestión de privilegio para llevar el debate de la intervención judicial al recinto fue el jujeño Mario Fiad (Juntos por el Cambio), quien apuntó contra la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, María de los Ángeles Sacnun (Frente de Todos), por "hacer de juez" en el tema Jujuy.
Fiad realizó su descargó contra la conducción del debate del proyecto, presentado por el senador Guillermo Snopek (FdT), leyendo un texto escrito previamente, algo que fue advertido por la presidenta del Senado. "El artículo 196 del reglamento prohíbe la lectura, salvo el uso durante cinco minutos que pueden hacer cuando se está debatiendo un proyecto de ley. Para cuestiones de privilegio o fundamentaciones no corresponde la lectura", le recordó Cristina.
El jefe de la bancada opositora, Luis Naidenoff, le señaló a la ex mandataria y actual vicepresidenta que "hay cuestiones de privilegio que ameritan la lectura", pero Cristina desestimó el argumento y respondió: "Senador, no abuse de mi inteligencia y la de sus colegas". "A partir de los cinco minutos de lectura, voy a cortarles el audio", advirtió la titular del Senado.
La senadora Anabel Fernández Sagasti, vicepresidente del bloque del Frente de Todos, tomó el guante para responder a la bancada opositora, en particular, a los senadores de la UCR, a los que les llamó la atención por la presencia de diputados y dirigentes del partido en la reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales.
"La verdad que evidencia la presión política que se ejerce sobre otros poderes del Estado", advirtió Sagasti, quien dijo que se busca "tratar el tema seriamente" a partir de un plan de audiencias de tratamiento que fueron votadas por unanimidad.
Ante el intento de la opositora Silvia Giacoppo de contestarle a Sagasti, Cristina le recordó que "nunca se permitió responder cuestiones de privilegio" y recordó que "siempre he respetado el reglamento. Así que, como lo respeté cuando era senadora, en momentos bastante más graves para quien los habla, lo voy a hacer respetar ahora".
Por su parte, el senador Oscar Parrilli (FdT) presentó otra cuestión de privilegio contra el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, por haber declarado que tanto él como la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner eran "impulsores" del pedido de intervención de la Justicia de esa provincia.
"Morales, en varias notas periodísticas, me acusó a mi y a usted (en alusión a Fernández de Kirchner) de ser los impulsores responsables del proyecto de ley presentado por el senador Guillermo Snopek de intervención del Poder Judicial de Jujuy", desmintió Parrilli.
Posteriormente, Cristina se mostró molesta por una diferencia entre dos senadores de Juntos por el Cambio, el pampeano Juan Carlos Marino y el mendocino Julio Cobos, en torno al prolongado conflicto entre esas dos provincias por el cauce del río Atuel.
La presidenta del Senado quiso someter a votación un pedido de preferencia que presentó Marino para un proyecto suyo que fue cuestionado por Cobos, y lo hizo de forma tajante: "Vamos a votar y punto". Para evitar un conflicto, Marino retiró su pedido y la vicepresidenta lo aceptó rápidamente con un gesto de fastidio por la situación.
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