jueves, 6 de febrero de 2020

El Senado sancionó la ley de sostenibilidad de la deuda, con amplio aval pese a cruces entre oficialismo y oposición

El macrifascismo acompañó la votación y justificó créditos tomados durante 2015-2019. El cristinismo respondió vía Oscar Parrilli, que también disparó contra empresarios y generó malestar en el bloque oficialista. Dardos radicales hacia el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.


Sobre el final de su viaje en Europa, Alberto Fernández ya cuenta con la ley para restaurar la “sostenibilidad” de la deuda pública bajo legislación extranjera, tras la sanción que realizó el Senado esta tarde con amplio aval opositor, pese a cruces en el recinto entre kirchneristas y macrifascistas.

Al momento de la votación, que fue unánime, la ley recibió 65 adhesiones, tras casi nueve horas de debate y una extensa lista de oradores que, más que cerrar grietas y mostrar unión ante una compleja negociación ante acreedores, volvió a elevar la temperatura y lejanía entre oficialismo y oposición.

“Parece que acá hay dos modelos. El proyecto de desendeudamiento y el endeudamiento a mansalva, causante de todos los males de la Argentina. Somos un país adicto al relato y, como toda adicción, se genera un distanciamiento de la realidad. El primer gran relato es que durante el kirchnerismo fue la épica del desendeudamiento, de salida del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero la verdad que nada de esto fue real. De 2005 a 2015, la deuda se incrementó en u$s 90.000 millones, están los números”, aseguró el jefe del interbloque de Cambiemos, el radical Luis Naidenoff.

El legislador formoseño además señaló que “nosotros nos hacemos cargo de lo que nos corresponde. Cuando asumimos -en referencia a la gestión de Mauricio Macri-, cuatro provincias no podían ganar aguinaldo. A fines de 2019, excepto en Chubut, todas terminaron con superávit. Teníamos que financiar un Estado que colapsaba con una bomba previsional y déficit energético. Se acudió a los mercados y no había margen político para un ajuste social”.

Como si fuera poco, Naidenoff dejó un regalo para el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. “Jugó al default durante un mes. ¿Ustedes creen que este tipo de incoherencias les hacen bien al presidente y al equipo económico, que tienen que encarar una negociación dura? No es bueno lo que ha pasado”, enfatizó.

Por su parte, el titular del kirchnerismo en la Cámara alta, José Mayans, advirtió que la Argentina “no está en condiciones de cumplir con el pago de deuda. Es la realidad, hay vencimientos próximos y ya estamos en emergencia y en default” y destacó que gran parte del endeudamiento durante el macrismo “no era para reactivación económica, sino para cubrir especulación financiera, la timba, la bicicleta”, ya que “entraba plata por un lado y salía por otro” y “no era para resolver problema energético o productivo o industrial, sino para pagar la usura en la que nos metieron”.

A pesar de que el propio gobierno y algunos de sus legisladores afirmaron que no era “necesaria” la ley como instrumento económico, el radical Martín Lousteau subrayó lo contrario, ya que la misma es un “manifiesto” del respaldo a “una negociación que será difícil e imprescindible por el contexto”. En esa línea, deslizó de manera indirecta errores que llevaron al macrifascismo a ingresar en un nuevo cepo cambiario y pedido de reperfilamiento. Por último, explicó con detalle el endeudamiento interno disparado entre 2019 y 2015 y el festín de déficit generado.

El ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner y creador de la famosa Resolución 125 para hachar al campo fue didáctico para precisar algunos parámetros importantes, en el sentido de los problemas que podría traer un acuerdo sobre la deuda bajo legislación extranjera y no la de legislación nacional, que podría llegar a “someter” a los que invierten en el país y resaltó que “desendeudamiento real es cuando hay superávit fiscal. Si hay déficit, es imposible”.

Miembros informantes

Por el oficialismo, el ex jefe del peronismo en la Cámara alta y actual titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Caserio, sostuvo que “el endeudamiento, tal como está, es insostenible” y que “todas las discusiones sobre programas macroeconómicos” deberán esperar “hasta saber qué recursos de vencimientos haya por delante”. También aseveró que el gobierno quiere reordenar la economía “en un proceso virtuoso, inclusivo y sostenible”.

Del lado de la oposición, la macrifascista Laura Rodríguez Machado ratificó la “gobernabilidad” que se dará al gobierno nacional para otorgar “al que maneja el timón los instrumentos necesarios para darle el rumbo que entiendan mejor para nuestro país”.

Sin embargo, Rodríguez Machado (Córdoba) también dijo que la decisión de Juntos por el Cambio implica “aportar sin dar poder absoluto, supremo o excesivo” y aprovechó para criticar al Ejecutivo por los pocos funcionarios enviados a explicar la ley. “Se limitaron a leerla y agradecemos, pero sabemos leer”, disparó.

Luego, la legisladora cordobesa recordó que Miauricio Macri Blanco Villegas asumió “súper fuera” del mercado por el default y apuntó al kirchnerismo: “Probablemente ustedes no consideren prudente la forma de pago de deuda pendiente, pero asumimos con deuda impagable, procesos pendientes que nos embargaron la Fragata Libertad, miedos a embargar embajadas”. Además, dejó claro que “tres de cada cuatro dólares” de la deuda emitida en la gestión anterior “fueron para pagar deuda pendiente”.

Durante la discusión en el Congreso, el Ejecutivo envió sólo a dos delegados a cada cámara, motivo de queja de Juntos por el Cambio, principal bloque opositor, que también exige que el gobierno muestre un plan macroeconómico y deslice un anticipo del Presupuesto 2020 que prometió el kirchnerismo.

Quien caldeó el recinto durante el mediodía de ayer fue el Oscar Parrilli -también aportó lo suyo la camporista Anabel Fernández Sagasti-, que manifestó que los empresarios están “boicoteando al gobierno” de Alberto Fernández por el “aumento desmedido y desmesurado del precio de los alimentos” desde enero pasado. 

Presidió la sesión especial la titular provisional de la Cámara alta, Claudia Ledesma Abdala (Santiago del Estero), quien en pocas horas pasará a estar al frente del Ejecutivo por el viaje de Cristina Fernández de Kirchner a Cuba y antes del regreso de Alberto Fernández de Europa.

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