Es investigado por Servini de Cubria como parte de una "mesa judicial" del macrismo dedicada a perseguir opositores.
Daniel "el Tano" Angelici analiza "exiliarse" en Londres ante el posible avance de una causa judicial que lo tiene como uno de los acusados
Cristina Fernández de Kirchner lo señala como el motor de la "persecución política" que afirma haber sufrido durante el nefasto régimen fascista y neoliberal de Miauricio Macri Blanco Villegas.
Hasta hace pocos meses, Angelici todavía disfrutaba del poder no sólo como presidente de Boca, sino como consejero judicial del hijo bobo de Franco Macri y padrino político de varias figuras de peso en el gabinete. "El Tano" quedó muy golpeado por la derrota en Boca tras 24 años de hegemonía macrista, lo que se sumó a la caída del retrasado mental en primera vuelta, en las elecciones presidenciales.
Angelici intentó tender puentes con Alberto Fernández, con quien reunió al menos dos veces. Como ofrenda al nuevo presidente exhibió el sobreseimiento de Cristóbal López y Fabián De Sousa, que fue firmado por la jueza María Eugenia Capuchetti, la única del fuero federal nombrada por Macri Blanco Villegas. En la justicia creen que detrás de ese fallo estuvo Angelici.
Pero más allá de su acercamiento a Alberto, la coalición gobernante lo tiene al "Tano" entre ceja y ceja. Cristina apunta a Angelici directamente por la "Mesa Judicial" que creó el macrifascismo, que según la vicepresidenta sirvió para meter presos a dirigentes opositores.
Esa mesa judicial ya tiene una causa en contra, que lleva adelante la jueza federal María Servini de Cubría. Esta causa nació a partir de una declaración de De Sousa ante el juez Javier Cosentino. El empresario dijo en ese momento que Macri Blanco Villegas era el jefe de una asociación ilícita para quedarse con sus empresas. La causa se giró a Inodoro Py y Servini está analizando la posibilidad de procesar al propio ex hijastro de Flavia Palmiero entre mayo y junio.
Cristina lo vincula a Angelici con dos figuras centrales de la "persecución": el jefe de la AFI, Gustavo Arribas y la infornicable ex titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.
Arribas, uno de los motores de las causas contra el kirchnerismo, llegó a ese cargo recomendado por el "Tano". Alonso, que convirtió el organismo en una fábrica de denuncias contra el anterior gobierno, es del riñón de Angelici.
Angelici también controlaba la Inspección General de Justicia (IGJ) a través de Sergio Brodsky, que durante su gestión envió una inspección al Instituto Patria. El kirchnerismo acusó a Brodsky de abuso de autoridad y persecución política. Cristina cree además que Angelici estuvo detrás del fiscal Gerardo Pollicita, el que instruyó la causa por la corrupción en la obra pública.
Al "Tano" también lo señalan por el camarista que habilitó todo el dispositivo de encarcelamiento con prisión preventiva de los ex funcionarios, la famosa "doctrina Irurzun". Martín Irurzun es el juez más odiado por el kirchnerismo, incluso por encima de Bonadio. El camarista no responde a Angelici pero sí al "Coti" Nosiglia, que durante todo el régimen de MacriBlanco Villegas fue socio de Angelici hasta que se abrió de la estrategia en Boca y apoyó a Jorge Ameal.
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