El presidente de la asamblea opositora se proclamó presidente y fue validado de inmediato por la OEA, Brasil y Colombia.
El presidente de la opositora Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó se declaró el viernes presidente interino de Venezuela. Lo hizo con rodeos, al pedir el apoyo de ciudadanos, militares y la comunidad internacional para asumir el mando del Ejecutivo en un nuevo acto de desconocimiento del presidente Nicolás Maduro que el jueves asumió su segundo mandato.
La actitud payasesca de Guaidó fue saludada de inmediato por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y por los gobiernos de derecha de Brasil y Colombia. Maduro la rechazó y ridiculizó la actitud de la Asamblea y convocó a los venezolanos a defender su gobierno.
En respuesta a la oposición, el sucesor del legado del ex presidente Hugo Chávez respondió que la Asamblea Nacional, órgano declarado en desacato por el ejecutivo en 2016, lidera un show mediático para intentar desestabilizar la situación política del país.
“Allá ellos con su show, su juego y su burla, porque se burlan de su propia gente, acá nosotros con nuestro trabajo, tenemos mucho trabajo por hacer y yo seguiré cumpliendo mis funciones para las que ustedes me eligieron, con firmeza y con valentía”, respondió Maduro ante periodistas en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo. Asimismo, rechazó la decisión que tomó la OEA el jueves de no reconocer el nuevo gobierno, y advirtió que esa postura sienta un peligroso precedente para el hemisferio.
“Nicolás Maduro fue reelecto por el soberano pueblo venezolano”, subraya el comunicado que también denuncia las “prácticas de coerción” utilizadas por Estados Unidos en Latinoamérica. “Estados Unidos promueve una campaña agresiva con el fin de avanzar sus políticas de cambio de régimen en el país caribeño”, denuncia. El mandatario expresó además su agradecimiento a los que llamó países amigos que decidieron no acompañar la resolución de la OEA. La resolución del organismo internacional, aprobada por 19 países, declaró ilegítimo el gobierno de Maduro e hizo un llamado para realizar nuevas elecciones presidenciales, debido a que el organismo no reconoció las realizadas el 22 de mayo argumentando que la oposición no pudo participar.
Guaidó sostuvo la misma propuesta ayer en su discurso frente a la sede la Organización de Naciones Unidas (ONU), de Caracas. Ante una multitud que levantaba carteles con la consigna “Maduro usurpador”, Guaidó declaró que la Cámara se apegará a la Constitución venezolana y, en este sentido, asumirá las “competencias de la encargaduría de una Presidencia de la República”. No obstante, en un pedido de ayuda a las fuerzas armadas y a sus aliados internacionales como Washington y el Grupo de Lima, advirtió que el mero decreto no será suficiente para sacar a Maduro del ejecutivo. “Asumimos entonces la convocatoria a las Fuerzas Armadas, a la comunidad internacional al ejercicio de los artículos de nuestra constitución 333, 350 y 233 para ejercer mandato”, prosiguió el opositor. “A esa familia militar que quiere cambio, que quiere lo mismo que nosotros, le hacemos un nuevo llamado, aquí está la legítima Asamblea Nacional que claro que asume su responsabilidad y la va a asumir”, dijo a la institución castrense que el jueves juró lealtad a Maduro. Para finalizar, Guaidó llamó a la oposición a manifestarse en las calles el próximo 23 de enero, fecha en la que se conmemora la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. “Llamamos a una gran movilización en todos los rincones de Venezuela para exigir un gobierno de transición que llame a elecciones presidenciales”, anunció en su efusivo discurso. “¡Asume! ¡Juraméntate!”, le exigían algunos de los asistentes en la especie de cabildo abierto convocado por el Parlamento. Al cierre de su intervención Guaidó aseguró que el cuerpo legislativo seguirá trabajando para lograr un gobierno de transición y un una nueva vuelta electoral.
Casi en simultáneo, pero desde el Palacio de Miraflores, Maduro también llamó a los venezolanos y les pidió unidad en las calles para evitar, dijo, cualquier intento de protestas opositoras como las “guarimbas” de 2017.
“¿Cuántas veces dijeron de Hugo Chávez que era ilegítimo? ¿Cuántas veces no lo han dicho de Maduro? ¿Cuántas veces, entre comillas, jugaron a la política de manera inconstitucional”, agregó en referencia al desconocimiento de la oposición y de Estados Unidos, la OEA y la Unión Europea respecto de su nuevo gobierno. “El pueblo movilizado es la garantía de paz, es la vacuna contra cualquier proceso de desestabilización (...) hay gente de la oposición que está desesperada (...) y la vacuna es el pueblo movilizado y el Gobierno trabajando”, finalizó.
Mientras tanto, del otro lado del océano, la oposición venezolana en el exilio realizó una conferencia de prensa en Madrid junto a representantes del conservador Partido Popular (PP) español y del liberal Ciudadanos para pedir a la comunidad internacional que presionen el gobierno de Maduro con más sanciones.
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