Cree que gana la interna si Cristina no juega. Pide la unidad del peronismo, apoyado en los casos de Uñac y Bertone.
Daniel Scioli trabaja en una nueva candidatura presidencial, confiado en que este año podrá tener su revancha contra Miauricio Macri Blanco Villegas. El ex gobernador bonaerense empezó a recorrer la provincia de Buenos Aires, apoyado en la tesis de que Cristina Fernández de Kirchner no competirá y ningún dirigente del peronismo podría vencerlo en la interna.
"La idea es construir la unidad y presentarse a las PASO. Nadie le gana la elección si Cristina no se presenta", dicen en el entorno de Scioli, en un mensaje a los candidatos prelanzados. En la lista incluye a los kirchneristas Agustín Rossi y Felipe Solá, pero también a los del espacio cuatrocopista de derecha Alternativa Federal como el vende humo Sergio Massa y el sorete Juan Manuel Urtubey.
Es que la apuesta de Scioli es ir a una gran PASO en la que se posicionaría, una vez más, como el candidato dialoguista al que aceptan en el kirchnerismo pero podría lograr la adhesión de los gobernadores peronistas, en una estrategia de acercamiento en la que trabaja desde hace meses.
El último domingo, el ex candidato presidencial aprovechó la presentación de su nuevo libro "Hay otro camino" en Mar del Plata para mostrarse nuevamente competitivo. En el evento casi no hizo referencia al libro que funciona como un raconto de su vida política y personal, sino que ensayó un discurso de campaña sobre las promesas incumplidas de Macri Blanco Villegas y la necesidad de unidad del peronismo en las elecciones.
En la primera fila lo miraban exultantes Sergio Berni, Julián Domínguez y Marcos Di Palma, a quienes se refirió como hombres fundamentales para sacar al país de la crisis. La escena fue muy similar a los actos de campaña de 2015, cuando Scioli hablaba de su futuro gabinete nacional y el propio Domínguez se entusiasmaba con ser su ministro de Producción e Industria, mientras que a Berni le esperaba la cartera de Seguridad.
"¡Se siente, se siente, Scioli presidente!", cantaban los invitados, entre quienes estaba Nicolás Caputo y algunos referentes del sciolismo como Carlos Castagneto, Oscar Cuartango, Alejandro Collia y Alberto De Fazio. Además, se vio a los concejales marplatenses de Unidad Ciudadana y a Fernanda Raverta, la candidata de Cristina en la localidad balnearia.
En el sciolismo se ilusionan con esos gestos, aunque reconocen que el diputado no habla con Cristina desde la campaña de 2017. Sin embargo, aclaran que con Máximo Kirchner tiene charlas más habituales porque se ven en la Cámara de Diputados.
"Tenemos que tener muy claro, ya que estamos en camino a una organización para la contienda electoral, que no sea cosa que teniendo el 52% de los votos, por ir divididos perdamos", lanzó Scioli durante el evento al hablar de la necesidad de unidad del peronismo. Destacó entonces los casos del sanjuanino Sergio Uñac y la fueguina Rosana Bertone, que llegaron a acuerdos de unidad en sus provincias. "De eso se trata, debemos hacer eco de eso", pidió mientras elogió además al cordobés Juan Schiaretti, en otro guiño al peronismo de los gobernadores.
Desde el entorno de Máximo Kirchner coincidieron en resaltar los casos de esas provincias. "Lo que pide Cristina es lo que se logró en San Juan, Neuquén o La Pampa. Pide a los militantes que trabajen para eso, porque en cada lugar donde nos propusimos ir juntos logramos la unidad", dijeron y aclararon que la idea es ir juntos en un gran "frente patriótico", por lo que Solá, Rossi y Scioli trabajan "con la misma lógica".
"Estamos en el camino de la unidad. Esas provincias hasta hace meses era inimaginable ir en un mismo frente político. Hoy estamos yendo juntos, eso es lo más importante", se entusiasman cerca de Cristina, mientras en el sciolismo también hablan de la necesidad de "replicar las estrategias" de esas provincias para alcanzar acuerdos de unidad.
En ese marco, dicen que aún no hablará sobre su candidatura porque no sirve "anteponer" nombres. Tampoco se lo escuchará hablar sobre el escándalo que desató su ex Gisela Berger, que lo acusó de maltratos. En el sciolismo da vuetlas la versión conspirativa de que la denuncia mediática estuvo "armada" y por eso evitarán responder. "No vamos a opinar de su vida privada", coinciden en el kirchnerismo y también esquivan un tema que sobrevuela y saben que podría opacar la incipiente campaña del ex gobernador.
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