Menos de veinticuatro horas después de haber sido condenada a 13 años de prisión en la llamada causa de “los pibes villeros”, el Poder Judicial de Jujuy profundizó su ofensiva contra la líder de la Túpac Amaru, Milagro Sala.
El juez Isidoro Cruz le dictó una nueva prisión preventiva en el marco de la "Megacausa”, uno de los cuatro juicios que afronta la dirigente social desde la asunción del fascista Gerardo Morales, en 2015.
De este modo, el magistrado aceptó el pedido del fiscal Diego Cussel, el mismo sorete mal cagado que intervino en el proceso anterior.
Sala fue trasladada ayer al mediodía desde su casa, en el barrio Cuyaya, donde cumple arresto domiciliario, hasta las oficinas del juez para ser notificada de la resolución.
En la "Megacausa" se investiga el rol de la dirigente durante la construcción de viviendas sociales por parte de distintas cooperativas, incluidas algunas administradas por la Tupac.
En la misma causa están imputados también el ex gobernador Eduardo Fellner, quien estuvo detenido el año pasado 48 horas, y el ex secretario de Obras Públicas, José López.
Cruz justificó su resolución en el supuesto peligro de obstaculización de la investigación y concluyó que el pedido del fiscal “da cuenta de los elementos probatorios suficientes a fin de hacer procedente lo solicitado”.
“Se ha acreditado en las presentes actuaciones que, por parte de la inculpada Sala, existieron actividades de coacción y constante amedrentamiento (...) sobre los presidentes de las cooperativas y otros miembros de la organización Túpac Amaru”, puntualizó el juez.
Sala ya contaba con otra orden de prisión preventiva dictada por el juez Pullen Llermanos en la causa conocida como Luca Arias, en la que la dirigente social está imputada por supuestas lesiones agravadas, una acusación que la propia esposa del agredido (ya fallecido) desmintió.
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