domingo, 28 de octubre de 2018

Las obras que negociaron los gobernadores para apoyar el Presupuesto

Hasta horas antes de tratarse se crearon avales y partidas que permitieron que pase por Diputados y allanaron el camino en el Senado. El detalle de los desembolsos.


El martes al mediodía, Luciano Laspina buscaba no perder la paciencia mientras ponía la cara ante los diputados kirchneristas que reclamaban conocer el dictamen final del presupuesto, enterados que ya había sido firmado por la mitad más uno de los miembros de la Comisión.

Se los notaba confundidos: además de los oficialistas, habían suscripto sólo cuatro opositores: Juan Bahillo (PJ Entre Ríos), Jorge Franco (Frente para la Concordia de Misiones) Norma Abdala de Matarazo (Santiago del Estero) y Elda Pértile (Chaco). El texto no aparecía por ningún lado y brillaban por su ausencia diputados cercanos a gobernadores que habían garantizado públicamente el respaldo a la ley, como el cordobés Martín Llaryora. El dictamen recién se conoció 22.46, con su firma y la de otros dispersos.

Llegó acompañado de planillas anexas que dejaron muchas explicaciones, porque aparecieron beneficios a provincias con diputados que luego hicieron honor en el recinto.

El gesto sobre la hora no sólo permitió aprobar el presupuesto con 138 votos, 9 más que lo necesario, sino que allanó el camino en el Senado, donde empezará a tratarse el lunes y se sancionaría sin problemas el miércoles 14.

O sea, la interna en los bloques de los gobernadores, que se dividieron ni bien llegó el presupuesto al Congreso, fortaleció a los mandatarios provinciales que utilizaron su menor pero igual de decisiva porción de votos para pedir más y más. Y eso que 2019 será un año de déficit cero.

La planilla anexa al artículo 46 explica muchas cosas: el Ministerio del Interior reparte 3.373 millones entre varias provincias que luego agradecieron con los votos de sus representantes. 

Aporta 300.000.000 a Santiago del Estero y 400.000.000 a Catamarca para financiar viviendas y están los 386 millones para municipios de San Luis, que obligaron a sus diputados a dar quórum.

La chubutense Rosa Muñoz fue la única del Frente Rejuntador que votó a favor y tuvo sus razones: Frigerio garantizó 800 millones para financiar agua potable y alcantarillado en su provincia, sacudida por el déficit fiscal.

Completan esa planilla aportes para Entre Ríos, San Juan, Neuquén, Salta y Misiones, con diputados que habían asegurado pulsar el botón verde pero buscaron recompensas hasta el final.

Domingo Peppo, gobernador de Chaco, tiene dos diputados leales y ningún senador que le atienda el teléfono, pero se hizo valer: Pértile y Juan Mosqueda no dieron quórum y fueron los únicos en modificar un artículo de presupuesto antes de votarlo. Consiguieron más avales para tomar deuda.

La lista de autorizaciones para salir a los mercados enumera siete proyectos para Chaco por un total de 288.254.000, amortizables en 3 años. 288 millones irán para pavimentación Rutas Provinciales 13, 9, 6 y acceso a puertos públicos.

Córdoba y Entre Ríos también lograron avales para 7 proyectos y Neuquén para otros 4. Las planillas se puntearon cuando ya se habían resuelto dos negociaciones cruciales: los subsidios al transporte de las capitales y los límites a la presión impositiva a mutuales y cooperativas.

El primer reclamo le costó al régimen 6500 millones de pesos y 5000 deberán girarse en forma directa a las ciudades con líneas de micros locales. Mientras que las cooperativas y mutuales, con mucha presencia en Córdoba y Santa Fe, no pagarán Ganancias y sólo las más grandes aportarán un impuesto al patrimonio.

Recién por la noche Laspina reescribió el artículo 123 que garantizó el aporte de 4 mil millones de pesos a La Rioja para compensar coparticipación mal liquidada, un reclamo que se repite cada año y esta vez tardó en llegar.

Tanto que Danilo Flores y Luis Beder Herrera no dieron quórum porque no lo habían leído. Y aparecieron a la mañana siguiente para votar.

Con estas concesiones, en el Senado parece difícil que haya rebeldes. Cambiemos por sí solo reúne 26 votos, y las provincias premiadas deberían reunir sin problemas los 11 restantes para la mayoría simple. 

A Miguel Ángel Pichotto lo acompañarían sus dos representantes de Catamarca, Entre Ríos, San Juan, el cordobés Carlos Caserio, el salteño Rodolfo Urtubey, el chubutense Alfredo Luenzo, el chaqueño Eduardo Aguilar, y si aparece, el riojano Carlos Menem. Podrían plantarse los fueguinos José Ojeda y Julio Catalán Magni, porque la gobernadora, Rosana Bertone, aún espera la eliminación del decreto que permite importar sin aranceles componentes electrónicos fuera de la isla.

El santafesino Omar Perotti no quiere votar porque su gobernador, el socialista Miguel Lifschitz, no firmó el pacto fiscal. El correntino Carlos Espínola no tiene quien lo presione. O si: su provincia fue otra de las favorecidas con avales de obras.

Salta tiene a dos senadores libres, María Cristina Fiore Viñuales y Juan Carlos Romero, que rara vez se cortan solos. Y Neuquén aporta otros dos (Guillermo Pereyra y Lucila Crexell) y las planillas finales los invitan a votar a favor.

Gerardo Zamora, el gobernador de Santiago del Estero, fue el más buscado la última semana y aportó 3 de sus 6 diputados a la causa. Tiene 3 senadores para ayudar y la promesa de un plan de viviendas.

Su colega misionero, Hugo Passalacqua, fue uno de los más entusiastas en aprobar el presupuesto rápido e instruyó al diputado Hugo Franco a presentar el proyecto para subir el impuesto de bienes personales, resistido por Pichetto. En el Senado, también tiene dos votos.

Llegar a 37 votos sería un trámite y hasta podrían necesitar menos si el dúo de pampeanos, Daniel Lovera y Norma Durango, replican al trío de diputados coterráneos y se abstienen.

Antes, se aseguraron los subsidios a las cajas previsionales y un reparto equitativo de las compensaciones al transporte, aportes que figuran fuera del pacto fiscal que el gobernador Carlos Verna nunca firmó. No los pudo obstaculizar. No tenía sentido.

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