viernes, 2 de noviembre de 2018

Garavano felicitó a Moro por su designación y destacó que comparten los mismo valores

Mientras el ex presidente Lula Da Silva denuncia desde la cárcel que el nombramiento del juez Sergio Moro como futuro ministro de Justicia de Jair Bolsonazi evidencia la operación judicial en su contra, el titular de la cartera de Justicia, Germán Garavano, celebró la designación del juez que encarceló al líder del Partido de los Trabajadores:


"Felicito a mi futuro colega con quien compartimos valores de lucha contra la corrupción, independencia y promoción del acceso a la justicia", escribió Garavano en su cuenta de Twitter.  A contramano del ministro de Justicia argentino, el PT sostuvo que a Moro "se le cayó la máscara sobre sus verdaderas intenciones políticas" al condenar a Lula sin pruebas para poner freno a su candidatura y ahora aceptar ser parte del gobierno de ultraderecha.

El gesto de Garavano hacia Moro surge en una semana en la que el régimen macrifascista intentó ponerle buena cara a los continuos desaires que le llegaron por parte del presidente ultraderechista electo, quien descartó realizar la tradicional primera visita oficial a la Argentina, y de su futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, quien adelantó que la Argentina no será una prioridad en la política económica exterior. Fronteras adentro, la expresión de Garavano choca contra sus declaraciones respecto de una posible detención de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre quien dijo que "nunca puede ser bueno para un país que un ex presidente esté preso", lo que le mereció un pedido de juicio político por parte de la aliada Elisa Carrió. 

En ese punto, Garavano no debiera "compartir valores" con Moro, quien condenó a 9 años de prisión al ex presidente Lula al considerar probado que recibió un departamento como parte de un soborno, aunque no contó con pruebas que documentaran dicha relación. Ayer a la tarde el partido histórico de Lula aseguró que la dirección del caso Lava Jato por parte de Moro no fue "para combatir la corrupción sino para destruir a la izquierda y al Partido de los Trabajadores" y recordó que "las decisiones arbitrarias, ilegales y parciales de Sergio Moro llevaron al Comité de Defensa de los Derechos Humanos de la ONU a abrir un procedimiento formal" sobre el caso Lula. 

El ministro de Justicia había aprovechado una visita de Moro en abril del año pasado para fotografiarse junto al futuro ministro del ultraderechista Bolsonazi, en una reunión realizada por el ex presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, a la que estuvo invitado el juez federal clarinista Claudio Bonadio, quien está a cargo de la causa de las fotocopias de los supuestos cuadernos, una suerte de paralelo a la causa Odebrecht en Brasil. 

De todas formas, el gesto de Garavano se suma a una serie de intentos de la gestión de la alianza de derecha Cambiemos para acercarse al futurorégimen de ultraderecha, que por el momento descarta a la Argentina como socio estratégico -incluso por debajo de Chile que será el primer país en ser visitado por Bolsonazi- a pesar de los llamados entre los presidentes y la negativa de todo el Gabinete de pronunciarse contra los dichos racistas y xenófobos del futuro mandatario del país vecino.

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