El ex jefe de gabinete le admitió a Bonadio que recibió dinero negro de empresarios para financiar la campaña kirchnerista de 2013.
Juan Manuel Abal Medina enturbió aún más las aguas del peronismo luego de declarar ante el juez Claudio Bonadio que recibió dinero negro de empresarios para financiar la campaña del Frente para la Victoria en 2013, cuando era jefe de Gabinete.
El ex senador nacional quedó en libertad luego de declarar en Comodoro Py. "Siempre entendí que dichos aportes de privados eran voluntarios y de ninguna manera exigidos bajo coerción", aclaró.
Abal y su secretario Martín Larraburu aparecen en los cuadernos de Oscar Centeno, el chofer escribiente de Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido.
El secretario del ex jefe de gabinete tenía en su posesión un pendrive con la información de los aportes de la campaña de 2013 y por eso fue detenido en la primera redada de Bonadio.
Larraburu fue el canal del juez y de Stornelli para llegar a Abal Medina, a quien consideran el jefe de gabinete más frágil de la era cristinista que podría conectar directamente las coimas del cuaderno de Centeno con Cristina Fernández de Kirchner, que era su jefa en 2013. De esta manera se confirma que el objetivo final del juez y el fiscal siempre fue Cristina.
La confesión de Abal Medina no sólo impacta de lleno en el kirchnerismo sino en otras figuras del peronismo que jugaron en la campaña de 2013, como Daniel Scioli y Daniel Filmus.
En el peronismo confirmaron que hay mucho temor entre quienes participaron de aquella campaña porque las declaraciones del ex jefe de gabinete abren nuevas líneas de investigación.
"A la gente le importa que la economía está por explotar", se atajaron desde un sector del kirchnerismo para disimular la preocupación e incluso intentaron salpicar a Mugrizio Macri Blanco Villegas, que nombró a Abal Medina en la Coneau.
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