La decisión de la empresa de dar asueto ayer encendió las alarmas de los trabajadores, que se manifiestaron en la puerta de la planta. El viernes habían sido despedidos dos empleados.
Casi 300 empleados de la fábrica de motos Guerrero se manifestaron ayer en las puertas de la planta ensambladora, ubicada en la localidad santafecina de San Lorenzo, frente al temor del cierre de la empresa, que esta mañana apareció cerrada con candado.
Los trabajadores del turno mañana recibieron correos electrónicos durante el fin de semana con el aviso de que la fábrica no abriría sus puertas, luego de que el viernes fueran despedidos dos operarios, lo que encendió las alarmas en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que solicitó la intervención de la cartera laboral provincial.
El delegado de SMATA, Ernesto Rojas, detalló que los despidos ocurridos el viernes pasado fueron "sin causa", mientras que la empresa argumentó que la decisión fue tomada por la "caída de ventas".
"Estamos al tanto de que han mermado bastante las ventas de la empresa. Cuando nos notificaron hace 20 días de esta problemática, dijimos que íbamos a acompañar a la empresa con lo que sea, banco de horas, suspensiones, turnos rotativos, todo para sobrepasar la crisis", dijo Rojas en declaraciones al canal local SL24.
Sin embargo, la decisión de la empresa de dar asueto para la jornada de ayer encendió las alarmas definitivamente. Por eso, los trabajadores que recibieron el correo de aviso durante el fin de semanas, los que se encontraron las puertas cerradas cuando llegaron a cumplir su turno y los delegados gremiales se convocaron a la puerta de la planta para exigir explicaciones y la intervención del Ministerio de Trabajo provincial. En tanto, fuentes de la empresa consultadas por la agencia NA, indicaron que la planta no abrió debido a que los directivos esperaban una manifestación del SMATA por los dos despidos del viernes.
La firma construye más de 400 unidades por día en cuatro líneas de producción motorizadas, centros de mecanizados, bancos de prueba, cabina de pintura, horno de secado, tornería y herrería, para lo que destina un equipo de 280 personas.
Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), la cantidad de motos patentadas durante mayo bajó 7,4 por ciento respecto de abril, y aunque se seguía manteniendo un 10,3 por ciento por encima en la comparación interanual, se espera una disminución fuerte de las ventas debido a la devaluación.
"Lo que la empresa nos dice es lo que realmente está pasando: han mermado las ventas. No es la primera crisis que atraviesa Guerrero y nosotros estamos dispuestos a acompañar, pero no de esta manera con despidos sin causa", insistió Rojas desde la puerta de la planta. El cierre de la esambladora no impactaría solo en los 280 operarios sino en un total de 2500 puestos de trabajos relacionados con la fábrica de motos.
La situación del sector atraviesa una crisis que quedó reflejada a mediados de mayo pasado con el recorte de 130 contratos en la essambladora de la empresa Motomel, en la localidad bonaerense de San Nicolás, que se completó con el adelanto de vacaciones para cerrar sus puertos por 15 días.
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