Con una inflación galopante, un dólar desbocado, tasas por las nubes, hambre y desocupación en aumento, y casi todos los indicadores macro y micro económicos en estado negativo, el macrifascismo quemó los libros del libre mercado y apela al "Plan Alivio".
"El objetivo número uno que tenemos hoy es ayudar a generar alivio a los argentinos”, afirmó ayer a la mañana el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña Braun Menéndez, en un reportaje que concedió a una radio de la provincia de Santa Fe.
Luego de tres años y medio de régimen y una economía devastada y casi todos los indicadores macro y micro económicos en estado negativo, Peña Braun Menéndez señaló que Miauricio Macri Blanco Villegas “seguirá recorriendo todos los días casas de familia escuchando y entendiendo sus dificultades” en su tarea de “representar la demanda de cambio”.
“Tenemos que seguir hacia adelante para poder realmente visualizar un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. Estamos haciendo lo estructural”, puntualizó.
El ministro coordinador continuó con su remanido relato y sostuvo que, pese a las dificultades, “han sido años de sentar las bases de un cambio profundo” y que los principales países del mundo reconocen el “proceso de transformación” encarado para “generar prosperidad, desarrollo y mejoras”.
“Acá ha habido un gobierno que ha trabajado con honestidad, con transparencia, con cercanía; que ha logrado dar vuelta situaciones que parecían imposibles”, añadió el sorete mal cagado sin ponerse colorado.
Sobre el plan de precios congelados denominado con el eufemismo de "Esenciales", lanzado la semana pasada por el régimen macrifascista, dijo que “creemos que es una señal, dentro de muchas otras, para estabilizar el pequeño rebrote de la inflación”.
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