María Beatriz Perren y otros nueve empleados del juzgado rafaelino fueron favorecidos por un cambio de reglas.
El ex titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, logró efectivizar a su esposa, María "Mara" Perren, tres días antes de concluir su mandato.
Lo mismo sucedió con otros nueve empleados del juzgado federal de Rafaela -su ciudad- que no llegaban a los cinco años de antigüedad como contratados.
La efectivización de contratados se realiza todos los años pero solo se aplicaba para aquellos empleados que cumplieran un lustro en los tribunales federales. Sin embargo, y con el acuerdo de los otros cuatro jueces del máximo tribunal, Lorenzetti logró acortar los plazos y terminó beneficiando a su cónyuge.
En la justicia federal subsiste un problema que atravesó toda la gestión del ex titular de la Corte: el máximo tribunal no aplica la ley de Empleo Público Nacional.
El traspaso de mando entre Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz se realizó en medio de un escándalo cuando su sucesor protestó que no había recibido las claves del Centro de Información Judicial (CIJ). El rafaelino respondió con una carta pública que le valió al ex rector de la Universidad de San Andrés una denuncia penal.
Al parecer las controversias en el máximo tribunal continúan. En 2006 el Congreso sancionó la creación del juzgado federal de Rafaela y le asignó 16 cargos. Pero el tribunal recién comenzó a funcionar en 2014 y en ese momento ingresó "Mara" Perren, una joven divorciada con dos hijos, muy querida por sus compañeros. El problema es que por la fecha de creación del juzgado ninguno de sus empleados hubieran podido cumplir con los 5 años de antigüedad, que la ley exige para efectivizarlos. En 2016, Perren contrajo matrimonio con Lorenzetti.
Según pudo saberse el nuevo presidente de la Corte, el macrifascista y clarinista Carlos Rozenkrantz, revisará las resoluciones de Lorenzetti, ya que detectaron llamativos casos de contratos y asignaciones de vehículos para juzgados y cámaras de Comodoro Py.
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