Dos congresistas del Comité de Relaciones Exteriores le enviaron una carta a Lenín Moreno, para que entregue al ciberactivista. "Será muy difícil progresar en nuestros vínculos bilaterales hasta que el señor Assange sea entregado", afirmaron.
Dos congresistas del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara baja de Estados Unidos le enviaron una sugestiva carta al presidente de Ecuador, Lenín Moreno, para que entregue a la justicia al ciberactivista australiano Julian Assange asilado en la embajada ecuatoriana en Londres.
"Estamos esperanzados en desarrollar relaciones más cálidas con su Gobierno, pero sentimos que será muy difícil para Estados Unidos progresar en nuestros vínculos bilaterales hasta que el señor Assange sea entregado a las autoridades correspondientes", dice la extorsiva misiva firmada por la representante Ileana Ros-Lehtinen, del gobernante Partido Republicano y presidenta emérita del comité, y por su par Eliot Engel, del opositor Partido Demócrata y miembro de alto rango del mismo cuerpo.
Assange está asilado en la embajada ecuatoriana en Reino Unido desde 2012, a la que ingresó tras haber agotado todas las apelaciones al arresto que se aprestaban a cumplir las autoridades británicas con el fin de extraditarlo a Suecia, donde estaba requerido por acusaciones de delitos sexuales que prescribieron desde entonces.
El fundador de WikiLeaks no quiso entregarse a las autoridades por temor a ser extraditado a EEUU donde ser sometido a juicio y quizás a la pena capital debido a la divulgación de secretos de Estado.
Ros-Lehtinen y Engel comienzan su misiva ofreciendo a Moreno "desde cooperación económica hasta asistencia para la lucha antinarcóticos y el posible retorno a Ecuador de la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)".
"Pero para avanzar en esos asuntos cruciales, primero debemos resolver un desafío significativo que creó su predecesor Rafael Correa (2007-2017), el estatus de Assange", dice la carta.
Los dos legisladores manifiestan preocupación porque Assange siga residiendo en la embajada y haya recibido el año pasado la ciudadanía ecuatoriana. Además, dicen sentirse "especialmente molestos" porque el Gobierno de Moreno le restituyó la conexión a Internet, que le había cortado en 2017.
"En numerosas ocasiones Assange puso en peligro la seguridad nacional de EEUU (…) publicando documentos clasificados del Gobierno y materiales confidenciales de personas relacionadas con las elecciones estadounidenses de 2016", dicen Engel y Ros-Lehtinen.
Asimismo, agregan, "como usted mismo sostuvo, Assange aprovechó reiteradamente su prestigio en los medios internacionales para interferir en los asuntos de gobiernos extranjeros como España y Reino Unido", en referencia al referendo independentista de la región española de Cataluña y la consulta británica sobre el abandono de la Unión Europea, conocida como Brexit.
La carta recuerda que Assange sigue requerido por las autoridades británicas por haber violado su libertad provisional. "Es claro que el señor Assange sigue siendo un delincuente peligroso y una amenaza a la seguridad global y que debe ser entregado a la justicia", concluyen.
Ayer mismo, los abogados de Assange presentaron en Quito una acción de protección contra el protocolo que el 13 de este mes la cancillería ecuatoriana le impuso al australiano.
El protocolo regula la estadía de Assange en la sede diplomática en Londres; le exige no pronunciarse sobre temas que puedan afectar a otros estados; establece un riguroso procedimiento para recibir visitas o atención médica, entre otros aspectos que de no ser cumplidos por el australiano llevarán a la pérdida del asilo, al abandono de la embajada y a la entrega a las autoridades británicas.
También establece que a partir del 1º de diciembre, por recortes presupuestarios en Ecuador, Assange deberá cubrir los gastos de alimentación, cuidados médicos, lavandería u otros relacionados con su estadía, al igual que los gastos de arriendo, electricidad, agua potable, calefacción y el servicio de comunicaciones por Wi-Fi.
Además, Assange debe hacerse cargo del bienestar, alimentación, aseo y cuidado adecuado de su gato, pues en caso contrario la mascota deberá ser entregada a otra persona o a un refugio de animales fuera de la misión diplomática.
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