Tras la explosión en la escuela 49 de Moreno, el estado de abandono y desidia de los edificios escolares tomó estado público. Según una denuncia de SUTEBA, en Tigre ya son 80 las escuelas sin clases por problemas de infraestructura. La situación se repite en otras provincias: en un establecimiento de Río Negro explotó un calefactor el viernes.
Por problemas de infraestructura o irregularidades en el tendido eléctrico o de gas, unas 80 escuelas de Tigre continúan sin clases desde la inspección de urgencia convocada a las apuradas por la gobernadora fascista María Eugenia Vidal tras la explosión en la escuela 49 de Moreno, donde murieron la vicedirectora y uno de los auxiliares del establecimiento. “Las condiciones de trabajo son terribles, ponemos en riesgo nuestra vida y la vida de los chicos”, se quejó la docente y delegada de SUTEBA Tigre, Lorena Maidana.
“Ya son 80 las escuelas del distrito que están cerradas. Muchas tienen el sistema de gas envasado, como el de la escuela de Moreno con las famosas (garrafas) chanchas o zeppelin. En la escuela 29, la última inspección fue en el 2002”, contó la trabajadora sobre las escuelas de dicho municipio, unas 205 en total.
Según la delegada, las pérdidas de gas, las fallas en el sistema eléctrico o los problemas graves de infraestructura son moneda corriente en los edificios escolares. “Son escuelas bombas, no sabés cuándo van a estallar”, advirtió la maestra para quien “si dos compañeros no hubiesen dejado la vida en la escuela esto seguiría tapado”.
Después de la explosión, donde murieron Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, los gremios docentes mostraron la cantidad de denuncias y advertencias que pesaban sobre las escuelas de la provincia, incluida la siniestrada. Unos meses antes, en una acción que los docentes denominaron carpetazo, los gremios llevaron hasta la casa de Gobierno de la provincia, en La Plata, una carpeta con el detalle de todos las denuncias por problemas de infraestructura incluidas las pérdidas de gas. Esa misma carpeta fue entregada en mano al director general de Educación y Cultura, Gabriel Sánchez Zinny.
“Año tras año en las paritarias además de nuestro salario discutimos la decadencia de las escuelas y el vaciamiento del presupuesto educativo. Hacemos responsable al gobierno por las condiciones en las que trabajamos”, dijo por último la delegada en declaraciones radiales.
La explosión de Moreno visibilizó el estado de abandono y desidia de los edificios escolares no sólo en la provincia de Buenos Aires. El viernes pasado, por ejemplo, explotó un calefactor en el CEM 18 de Viedma, Río Negro. También cortaron el gas en la escuela 286 de esa localidad ya que se encontraron tres fugas, una de ellas en el interior de un aula.
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