En Parque Patricios consideran que un triunfo en las Paso le permitirá reelegir sin necesidad de balotaje.
En medio de la crisis que complica al macrifascismo, en el régimen porteño se preparan para sostener la reelección de Horacio Rodríguez Larrata. El jefe de gobierno porteño aspira que la reciente cristalización de la alianza de derecha Cambiemos le permita imponerse en primera vuelta.
Un triunfo en octubre sería algo inédito en la historia de la ciudad de Buenos Aires. La Constitución obliga a superar la mitad de los votos para imponerse sin necesidad de balotaje. En Parque Patricios (donde está ña sede del Gobierno de la CABA) creen que la llave para una victoria contundente estará en una interna con el ex embajador en Estados Unidos. El problema es que ese escenario ya no seduce demasiado a Lousteau.
En las legislativas de 2017, Vamos Juntos ganó con el 51%, el segundo mejor resultado de la historia después del 56% que obtuvo Chacho Álvarez en 1997. Por lo general los oficialismos suelen perder votos en los comicios de medio término y mejoran sus performances a la hora de los cargos ejecutivos.
La presencia de la desquiciada Elisa Carrió en la boleta de diputados le agregó volumen al PRO, que le sacó casi 30 puntos al segundo y cuadruplicó a Martín Lousteau. Con el economista como parte de Cambiemos, en el oficialismo se ilusionan con evitar la segunda vuelta.
Los roles se invirtieron y el ex ministro kirchnerista ya no estaría tan convencido de competir en esa interna que Rodríguez Larrata le negó en 2017. Según aseguran en el entorno del alcalde capitalino, el 65% de los porteños evalúa positivamente la gestión porteña.
La decisión de Carrió de participar o no como candidata podría alterar el escenario, pero en el oficialismo descuentan que tendrá una importante participación en la campaña.
Es una incógnita si los comicios porteños estarán desdoblados de las elecciones nacionales. Una serie de derrotas frente al peronismo en las provincias obligarían al oficialismo a jugar una carta de triunfo en la CABA.
El proyecto de reforma política que la Legislatura podría aprobar antes de fin de año le da al alcalde la potestad de decidir la fecha de los comicios. Actualmente debe convocar a elecciones con 90 días de anticipación a las primarias, pero el Código Electoral obligará a avisar con cuatro meses de antelación.
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