Siempre claro y contundente, el ex presidente de Uruguay analizó fenómenos fundamentales de la región y habló de liderazgo político.
El ex presidente uruguayo José Mujica -quien muy a su pesar se transformó en el ídolo pobre de los argentinos ricos- analizó el encarcelamiento de Lula y el debate sobre la despenalización del aborto. Con declaraciones siempre sabrosas, el senador también habló de lo mejor que puede hacer un líder político.
“Desde que el mundo es mundo, hay abortos. Cuanto más oculto y menos reconocido lo tenemos, más perjudicamos a las mujeres pobres”, recordó en una entrevista que concedió a Página/12, por lo que explicó que “el paso a la legalización parte de este primer escalón” porque así se puede brindar “una atención social y psicológica de ayudarla si quiere retroceder”.
“Si lo dejamos como un fenómeno clandestino, eso es imposible”, agregó e indicó que así “se terminan salvando más vidas”.
Luego analizó el encarcelamiento de Luiz Inácio Lula Da Silva y recordó que “no es la primera vez que Brasil hace dibujos de terror. Hay que recordar el suicidio de Getúlio Vargas”.
“Si en la Argentina pasaba lo de Lula era un incendio. Daban vuelta Buenos Aires”, analizó y recordó que se debe a “las tradiciones que tiene el pueblo argentino. Brasil no es así, es distinto, no tiene esa tradición de luchas colectivas, de masas, de múltiples organizaciones sociales que se mueven”.
“¿En qué desemboca? No sé. Porque si han hecho tanta barbaridad, no parece que tengan espíritu de detenerse así como así”, prosiguió "el Pepe".
Además, expresó que “los hombres trascendentes son muy importantes pero a la larga no pueden sustituir a las formaciones políticas”. Por eso indicó que “el mejor dirigente es el que deja una barra que lo suplante con ventaja, porque la vida se nos va y las causas quedan, y el camino queda”.
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