Tras la revelación periodística sobre licitaciones truchas, el gobernador fascista de Jujuy intentó desligarse de la investigación, pero expuso fuertemente a Federico Posadas, titular de Turismo.
A pocas horas que se publicaran los correos electrónicos del ministerio de Turismo y Cultura de Jujuy donde se arreglaban explícitamente dos licitaciones en favor de una consultora aportante a la campaña de la alianza de derecha Cambiemos con serios nexos políticos con el oficialismo, el gobernador fascista de la provincia salió a despegarse del hecho y aseguró que ya realizó una denuncia de oficio en la Justicia para investigar estas irregularidades.
Según explicó Cecilia Salto, Secretaria de Comunicación y Gobierno Abierto, el régimen provincial recién tomó conocimiento de la situación "a través de un programa televisivo, que circula en redes sociales, de una serie de emails que propondrían una contratación irregular para difundir contenidos de la provincia", y afirmó que, ante ello, "el Gobernador informó sobre el caso al fiscal de Estado para que esta mañana (por la mañana de ayer) formule una denuncia penal, a cargo de Aldo Lozano".
En este sentido, desde la gobernación intentan justificar la escandalosa operatoria asegurando que la contratación nunca se llevó a cabo, aunque los contratos a firmar estaban listos y contó con la participación exclusiva del propio ministro de Turismo, Federico Posadas, quien estuvo copiado en todos los mails, así como tampoco lograron argumentar por qué una empresa elegiría a las firmas que también participarían de la licitación, evidentemente arreglada de ante mano.
Sin embargo, diferentes abogados consultados calificaron como "ridícula" e "ilegal" la maniobra de Morales, dado que el Estado provincial no puede resultar denunciante de una operatoria que él mismo gestionó. Es decir, en este caso, la gobernación no puede pedir que se investigue a la propia gobernación.
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