El Fondo Monetario Internacional redujo su proyección de crecimiento de la economía argentina de 2,5 a 2 por ciento para 2018 y explicó que se debe a la sequía y el ajuste. A pesar de ello, recomendó recortar más el gasto público y endurecer las condiciones monetarias.
El Fondo Monetario Internacional redujo sus proyecciones de crecimiento para la Argentina de 2,5 a 2,0 por ciento en 2018. Al explicar los cambios en sus estimaciones, el organismo multilateral señala a la sequía y el ajuste.
Aunque advierte que lesionará el crecimiento, el FMI considera imprescindible profundizar el recorte en el gasto público y endurecer las condiciones monetarias para controlar la inflación.
“Serán necesarios más recortes del gasto”, asegura el Fondo en la revisión semestral del Panorama Económico Global que acaba de ser difundida en Washington. El informe que ayer recibieron en esa ciudad los ministros de Hacienda y de Finanzas, Nicolás Dujovne y Luis Caputo, ofrece un guiño en materia de precios ya que para el FMI la inflación será de apenas 19,2 por ciento. El aumento previsto está por encima de la meta establecida por el Banco Central pero marca un ritmo inferior al estimado por consultoras privadas, centros de investigación y centrales sindicales para quienes el guarismo superará el 20,0 por ciento.
“Esperamos que en Argentina el crecimiento se modere a 2,0 por ciento en 2018 dado el efecto de la sequía sobre la producción agrícola, así como por el ajuste fiscal y monetario necesario para mejorar la sustentabilidad de las finanzas pública y reducir la alta inflación”, sostiene el documento del FMI difundido ayer a la mañana.
Pero la promesa del Fondo es que el ajuste será expansivo. “A partir de entonces, el crecimiento se establece para recuperarse gradualmente hasta un 3,3 por ciento en el mediano plazo”, indica el optimista staff del organismo liderado por la francesa Christine Lagarde. Las nuevas proyecciones para el PBI son 0,5 puntos inferiores a las publicadas en octubre y 0,2 puntos menores a las previstas hace un año.
“En unos pocos países, como Argentina y Turquía, la inflación se mantiene por encima de los objetivos dispuestos por los bancos centrales, requiriendo una estricta posición monetaria para mantener ancladas las expectativas”, sostiene el FMI para quien los precios terminarán en 19,2 por ciento en su medición punta a punta que es la que utiliza el INDEC y la mayoría de las consultoras.
El organismo estimó que la inflación promedio, una medición que no es de uso habitual en Argentina, ascenderá hasta el 22,7 por ciento. Ese indicador contempla la comparación entre el promedio de precios del año pasado y el promedio de éste.
En esta oportunidad el FMI no precisó por dónde deberá avanzar el ajuste fiscal en Argentina. Sí lo hace, en cambio, para el caso brasileño. Al país vecino le sugiere aprobar una reforma del sistema de la seguridad social. No figura en el documento publicado ayer pero al concluir la supervisión de la economía visita prevista en el Artículo IV hace cuatro meses, el organismo consideró necesario acelerar las reformas en materia laboral y previsional.
“Argentina tiene instituciones y regulaciones del mercado laboral relativamente rígidas”, expresó el organismo a fines de 2017. “Las principales deficiencias incluyen altos costos de terminación del contrato laboral, complejos procedimientos para despidos colectivos y condiciones restrictivas para el empleo temporal”, indicó la entidad que recordó la necesidad de avanzar en una reforma integral del sistema jubilatorio.
Fuente: nota de Tomás Lukin para Página/12
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