La disputa entre el radicalismo capitalino y el régimen fascista porteño sumó un nuevo capítulo a la novela. En esta oportunidad, el proyecto del oficialismo para sancionar el Código Electoral en la ciudad de Buenos Aires se transformó en el nuevo botín de guerra.
Por lo pronto, la iniciativa que ingresó a la Legislatura a principios de este mes ya cuenta con el rechazo del bloque UCR-Evolución que lidera el diputado nacional Martín Lousteau.
El legislador porteño Juan Francisco Nosiglia criticó con dureza el proyecto al considerar que "atrasa y vulnera derechos".
Lo cierto es que la iniciativa busca que la CABA tenga su propio Código Electoral y tiene como principales ejes la implementación del voto electrónico -ya se utilizó en las elecciones de 2015 gracias a una resolución del Ejecutivo- y la posibilidad de unificar el llamado comicios junto con la Nación.
Además del tecno voto y la unificación de comicios con los nacionales, el proyecto tiene como otros ejes centrales la regulación de los procesos para la elección de los cargos de jefe de gobierno, vice y diputados, la paridad de género en las listas y el uso de tecnologías para la emisión de votos. La iniciativa consta de 376 artículos y fue elaborado por el Ministerio de Gobierno porteño.
"En una primera lectura del proyecto de código electoral que presentó el Ejecutivo de la Ciudad en la Legislatura se desprende, como en muchas de estas iniciativas, el carácter oportunista por sobre todas las posibilidades de hacer una propuesta que mejore y transparente nuestros sistema electoral", sostuvo el legislador radical.
En ese sentido, Nosiglia cuestionó además dos puntos centrales de la propuesta: la posibilidad de unificar la fecha de la elección junto con la Nación y la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE), a pesar de las "incontables denuncias sobre su vulnerabilidad".
Por último, el legislador aseguró que el bloque UCR-Evolución insistirá con un proyecto de código propio que "proponga el sistema de boleta única de papel, que garantice transparencia, reglas claras y previsibilidad".
Vale recordar que en las últimas elecciones, las elecciones en el distrito fueron unificadas con los comicios nacionales y a diferencia de lo ocurrido en 2015, el voto electrónico no fue utilizado. Al igual que en la mayoría de los distritos del país los porteños en 2017 votaron con la clásica boleta partidaria de papel. Con este proyecto el oficialismo intenta establecer las reglas electorales en la ciudad de Buenos Aires a 22 años de la sanción de la constitución porteña.
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