Tras lograr la aprobación de la Ley de Emergencia a nivel provincial, el mandatario bonaerense busca que este jueves se vote la norma que complementa su plan económico. Habrá subas de impuestos para "mantener el nivel de ingresos del Estado provincial", pero con segmentación en beneficio de los pequeños y medianos productores y propietarios.
Con la Ley de Emergencia bajo el brazo, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, envió a la Legislatura para que se trate la Ley Impositiva para terminar de redondear el plan económico que tiene planeado llevar adelante. En el proyecto se busca sostener la recaudación aunque con un pequeño ajuste: se concreta la segmentación para que el impacto más fuerte sea para los sectores más grandes y aliviando a los pequeños y medianos.
En coordinación con los pasos que va dando el Estado nacional de la mano del presidente Alberto Fernández, Kicillof se va a acercando al esquema que había planificado para comenzar a gobernar la provincia de Buenos Aires. La semana pasada logró que, previo a la introducción de algunos cambios, la oposición votara la ley que declara la emergencia y que le provee de herramientas rápidas para abordar la crisis social y económica que dejaron los cuatro años de macrifascismo. En la sesión extraordinaria que habrá en la legislatura este jueves espera el proyecto de ley Impositiva que fija el impacto de los impuestos provinciales que regirán durante el año.
La gobernación explicó en un comunicado que por "las urgencias y prioridades definidas" es "necesario mantener el nivel de ingresos del Estado provincial".
"Pero al mismo tiempo es fundamental hacer más justa la recaudación, cobrando más al que más puede y generando alivio a los pequeños y medianos productores y propietarios", aclararon.
En un intento de apaciguar los ánimos de los sectores rurales, el impuesto rural fue planteado por segmentos, en los que los más chicos tiene un aumento menor a los sectores con mayores campos en su poder. La medida va en consonancia con lo anunciado por gobierno nacional tras el encuentro con los representantes de las entidades rurales de la Mesa de Enlace.
El tratamiento de la Ley de Emergencia de la semana pasada fue intenso y extenso. Mientras el oficialismo planteó la radiografía de la provincia de Buenos Aires que encontró en los encuentros de los equipos de transición, el macrifascismo que encabezó María Eugenia Vidal intentó bajar el tono de la emergencia planteada por Kicillof.
La espada de la oposición para lograr cambios la tiene en el Senado, donde el oficialismo es minoría. A la vicegobernadora Verónica Magario le responden 20 senadores, mientras que a Vidal 26. Allí tienen la llave para bloquear en parte el proyecto de Kicillof, a pesar de haber perdido las elecciones por más de trece puntos de diferencia. Tras una intensa negociación que estuvo encabezada por el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y su antecesor en al cargo, Federico Salvai, en una sesión que se extendió hasta la madrugada, finalmente Kicillof obtuvo la sanción de la emergencia social, sanitaria, energética y productiva.
Queda en el tintero la negociación por cargos que la oposición reclama, como algunos integrantes del Banco Provincia, ahora bajo la conducción de Juan Quatrommo, y que podrían tratarse en el paquete que llegue al recinto legislativo bonaerense.
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