Detectó retrasos en los pagos, adelantos de obra excesivos, nombramientos de última hora y zonas de trabajo insalubres. La respuesta del ex administrador.
Facturas impagas, contrataciones viciadas, ex asesores del PRO nombrados en categorías altas y un taller de mantenimiento en condiciones paupérrimas, son algunas de las anomalías que Cristina Fernández de Kirchner encontró en el Senado el 10 de diciembre.
El detalle figura en informes elaborados por su secretaria administrativa María Luz Alonso a los que tuvo acceso Currín y que en los próximos días serán utilizados para realizar una auditoría general de la herencia de Gabriela Michetti.
Se dividirá en dos tramos. La directora general de Auditoría y Control de Gestión, Susana Baum, supervisará los gastos y contrataciones; y Graciana Peñafort, flamante directora de asuntos legales, encabezará una comisión para revisar el nombramiento de personal del último año junto a representantes gremiales.
Helio Rebot, ex secretario administrativo del Senado y encargado de la transición con Alonso, niega irregularidades y afirma que los balances que dejó tenían menos rojos que los de Amado Boudou.
"Nos ahorramos un año de presupuesto con la reducción de personal", aseguró y explicó que mucha de la deuda es por desembolsos pendientes del Ministerio de Hacienda. Se trataría, en ese caso, de una de las tantas subejecuciones presupuestarias que según Alberto Fernández le permitieron a Miauricio Macri Blanco Villegas jactarse de haberse ido con superávit fiscal.
"Siempre el Congreso tiene deuda corriente, porque se emite una orden de pago y se espera el desembolso junto a otras dependencias del Estado. No es que te dan el presupuesto entero para que lo gastes", se excusó el ex secretario de Michetti.
Pero Alonso detalla incumplimientos millonarios que la obligaron a salir a buscar fondos para garantizar que al menos pueda haber sesiones los próximos meses.
La mayor deuda es con Optar, el operador turístico de Aerolíneas Argentinas y encargado de cobrar los pasajes aéreos de los legisladores. Reclama 45 millones de pesos por los últimos seis meses.
Michetti sostuvo el canje por dinero del remanente de pasajes hasta julio, cuando firmó una resolución conjunta con Emilio Monzó para suspenderlo y ofrecer un menú de cuatro opciones a los senadores.
Incluyen diferentes combinaciones entre tramos aéreos y terrestres o la posibilidad de reducirlos y cobrar hasta 30 mil pesos de viáticos, para quienes elijan llegar al recinto en sus vehículos particulares.
Pero como recién en enero debían optar entre una de las alternativas para todo 2020, muchos senadores solicitan devoluciones pendientes de la primera parte del año y hasta de los últimos meses. Se acumulan reclamos por 15 millones de pesos.
Alonso encontró licencias informáticas vencidas por 50 millones, facturas de Telecentro por 247 mil pesos, una flota de 280 celulares de la que sólo se recuperaron 80 y cuatro sistemas informáticos externos que se resistían a entregar las claves si no cobraban los seis meses de deuda.
Rebot niega haber contratado programadores fuera del palacio, pero defiende la incorporación del SAP, el sistema de informatización que adquirió mediante un convenio con Ubatec, una organización integrada por la Universidad de Buenos Aires (UBA), la UIA, la CGE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La documentación del Senado indica que se pagaron 20 de los 22 millones que costaba la contratación, un cumplimiento ejemplar, pero que el sistema casi no funciona en las oficinas y hay mucho retraso de los expedientes.
"El SAP es el mejor programa para la administración pública, junto a Meta4. Hicimos una capacitación pero el personal de línea es reticente a actualizarse", se defiende Rebot.
Justifica, además, haber anticipado hasta el 25% de algunas obras pese a que nunca suele ser más que el 5%. "Muchos adelantos son para acopio de materiales y es un ahorro hacerlo cuando hay inflación", explicó.
Michetti dejó tres plazos fijos de 565 millones de pesos, pero 535 están comprometidos para las obras que aceleró el último año, cuando los pasillos del palacio se atestaron de andamios, con obreros trabajando de lunes a lunes.
Uno de los planes de Cristina para el corto plazo es comprar el grupo electrógeno para evitar otra sesión contrareloj como la asunción de senadores del 27 de noviembre, cuando Michetti tuvo una hora de luz para tomar juramentos.
También acondicionar el taller de mantenimiento que funciona en la calle Entre Ríos 131 con condiciones insalubres. "Son instalaciones viejas con tareas que fueron quedando en desuso. Los empleados se fueron jubilando y preferimos reemplazarlo con contrataciones específicas, porque no tiene sentido crear un ejército para mantenimiento", dijo Rebot.
Alonso promete que no habrá una persecución de empleados, pero sí quiere conocer al personal político nombrado a o ascendido después de las elecciones primarias. Su antecesor dice que fueron sólo 12, sus únicos nombramientos de planta permanente y varios enfermos terminales que murieron.
Ni bien pisó el Senado, Michetti echó a 2000 empleados que había nombrado Boudou y luego reincorporó a 800, muchos con alguna discapacidad. Ahora llegó momento de auditar su gestión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario