Volvió a hablar de “lawfare” y pidió acelerar los tiempos de una definición, demorada por una polémica entre dos salas de la Cámara de Casación sobre quién interviene en la megacausa.
La defensa de Cristina Fernández de Kirchner urgió a la Cámara Federal de Casación una resolución inmediata sobre la prisión preventiva que pesa sobre la hoy vicepresidente en la causa de los cuadernos e insistiendo en que el caso se inscribe dentro de las prácticas de “lawfare”. La Sala I de la Casación había suspendido los plazos hasta resolver el pedido de la Sala III reclamándole el expediente de los cuadernos, por una causa anexa anterior.
Pero el abogado Carlos Beraldi, defensor de la ex presidenta, presentó un escrito que se llama “pronto despacho” en donde se reclama una urgente definición. El abogado recordó que la audiencia en donde expuso sus argumentos fue el 28 de noviembre pasado. En aquella oportunidad, había solicitado expresamente que se resolviera dentro de los 5 días hábiles buscando que se revocara la prisión preventiva antes del 10 de diciembre, algo que no ocurrió.
"Encontrándose largamente excedido el plazo legal estipulado confiérase a esta solicitud el carácter de pronto despacho. A todo evento, me permito señalar que no empece lo expuesto y de manera alguna posibilita dilatar la cuestión, la existencia de cualquier eventual discusión de turno o competencia que pueda haberse insinuado o trabado entre Salas de este mismo Tribunal. Ello así, en virtud de la naturaleza federal de los agravios invocados y la gravedad institucional que el caso reviste, el cual se inscribe dentro de lo que distintas organizaciones nacionales e internacionales vienen con acierto calificando de ‘lawfare’”, dijo Beraldi en el escrito.
El presidente de Sala I, Diego Barroetaveña, respondió: “Póngase en conocimiento de la parte que conforme la certificación precedente el plazo para resolver se encuentra aún vigente”. Y adjuntó un informe de la Secretaría en donde se detalló que, tras aquella audiencia, y a pedido de la jueza Ana María Figueroa, se le pidieron detalles al juez Claudio Bonadio de cómo había sido el tramite del pedido de desafuero.
Esta semana, el Tribunal Oral Federal 8 ya hizo cesar la prisión preventiva de Cristina en la causa del memorándum con Irán, porque pasaron dos años de que se dictaran y la libertad es la regla en los procesos judiciales si no hay riesgo de fuga y entorpecimiento, y máxime cuando existe una circunstancia extraordiaria: la imputada se convirtió en vicepresidenta de la Nación.
Ahora, la defensa apura los tiempos de Casación en el caso cuadernos, demorados por una imprevista discusión sobre qué jueces deberán expedirse sobre el caso. La Sala I ya había escuchado argumentos de las partes y se encontraba próxima a definir si caía la prisión preventiva y si hacía lugar la recusación que motorizó la defensa de Roberto Baratta, el ex secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación que estuvo preso hasta el 13 de diciembre pasado por la causa de los cuadernos.
La Sala III de Casación, integrada por Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Guillermo Yacobucci, le pidió la semana pasada a sus colegas de la Sala I, Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Ana María Figueroa, que les mandaran todas las causas vinculadas a los cuadernos. Formalmente no les pidieron que se inhibieran de seguir actuando, sino que requirieron la remisión de las causas. Para justificarlo, dijeron que ellos fueron los que intervinieron antes que ninguna otra sala de Casación en una de las causas que ya existían y que fueron anexadas al megaexpediente que se abrió por las anotaciones del chofer literato de Baratta.
El problema es que el pedido se hizo cuando ya se fijó audiencia y se escucharon a los defensores argumentar para que caiga la prisión preventiva de la hoy vicepresidenta. De hecho, el abogado de CFK, Carlos Beraldi, había reclamado una definición antes del 10 de diciembre. El fallo de Casación que derivó en la excarcelación de De Vido y Baratta hacía preveer que se revocaría la orden de detención contra la ex presidenta, que nunca se activó por sus fueros como senadora.
Los jueces de la Sala I notificaron que se suspendían todos los plazos para la deliberación de la causa cuadernos para resolver el pedido de la Sala III. Ahora, la discusión está abierta. Si en la Sala I deciden rechazar el pedido de sus colegas, la polémica podría terminar definiéndola el resto de los magistrados de ese tribunal -el más importante en materia federal por debajo de la Corte Suprema de la Nación-.
Como toda esta cuestión hacía temer que no hubiera una definición hasta entrado el año próximo (febrero como pronto), la defensa de Cristina reclamó ahora una definición inminente. Habrá que ver que contesta la Sala I. El lunes próximo es el último día hábil del año.
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