Datos oficiales reflejan que la inversión en el país cayó 24,6% interanual en el primer trimestre de 2019, cuando la variación negativa del PBI fue de 5,8%. Argentina y Brasil sufren la misma debacle, ambos países con políticas similares.
El nivel de inversión que se registra a nivel nacional se encuentra casi un 20% por debajo de los números que marcó la economía en 2012.
Los datos oficiales reflejan que la inversión cayó un 24,6% interanual en el primer trimestre de 2019, cuando la variación negativa del PBI fue de 5,8%. La mentada inversión de la lluvia de dólares y los brotes verdes, sumados a la luz al final del túnel y demás eufemismos, representó apenas un 16,9% del PBI, durante los primeros tres meses de este año.
"El dato del primer trimestre de 2019 no hace más que confirmar la pérdida de dinamismo de la inversión en la Argentina, que arrancó en el largo ciclo iniciado en 2011 y que está detrás del estancamiento del PBI y de la economía desde aquel entonces, con un breve paréntesis en 2017", evaluó la Fundación Mediterránea.
Explicaron que la política económica de Cambiemos fue "el mix inadecuado de políticas que se adoptaron, cuando en 2011 comenzó a revertirse parcialmente el boom de commodities del período previo".
"La prueba está en que otros países exportadores de commodities como Chile y Perú no detuvieron su crecimiento desde entonces", añadieron.
Tanto en Argentina como en el Brasil del ultrafascista Jair Bolsonaro, la inversión actual se encuentra aproximadamente un 20% por debajo del nivel de 2012, "un declive que no se habrá de revertir sin reformas profundas".
"Es difícil que en una gama importante de sectores económicos argentinos la inversión se dinamice si, tras la frontera, en Brasil existe capacidad ociosa en esas ramas productivas", consideró la entidad.
"En esencia, tanto Brasil como la Argentina viven todavía la resaca de las políticas económicas aplicadas después de 2011, cuando el boom de las commodities se debilitó", concluyó el informe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario