Antes de las fiestas de fin de año unos 20 empleados de la Biblioteca Nacional fueron notificados que no seguirían en sus puestos. A eso se suman los despidos masivos de marzo de 2016, que alcanzaron a 240 trabajadores. "La gente tiene mucho miedo. Se dice que en marzo vendría otra oleada”, expresaron.
Un grupo de trabajadores de la Biblioteca Nacional realizó ayer al mediodía una protesta en la puerta del edificio, en Agüero y Las Heras, para rechazar los nuevos despidos que fueron notificados dos días antes de terminar el año. Con una radio abierta denunciaron también la política de vaciamiento que sufre la biblioteca desde la llegada de Cambiemos al gobierno.
La situación de la Biblioteca es crítica, así definieron los trabajadores la gestión de los últimos años. “Venimos sufriendo una situación constante de vaciamiento y despidos”, se quejaron. Los últimos llegaron justo antes de las fiestas de fin de año: unos 20 empleados fueron notificados que no seguirían en sus puestos.
Las cesantías se suman a los despidos masivos que en marzo de 2016 afectaron a 240 trabajadores, aunque fueron reincorporados unos cien tras los reclamos gremiales. “A partir de ahí empezó el vaciamiento de diferentes áreas y sectores de trabajo. En la gestión de Manguel se cerró el museo del Libro y de la Lengua, por ejemplo”, contó uno de los trabajadores que participó de la protesta de ayer y que prefirió no dar su nombre por miedo a represalias.
Según los trabajadores los últimos despidos fueron digitados entre empleados en conflicto con la línea política o la interna entre los sindicatos.
“Ya suman 150 despidos en total y la gente tiene mucho miedo. Se dice que en marzo vendría otra oleada”, sumó el empleado que remarcó que mientras llegaban los telegramas en nombre del “ajuste” dispuesto por la administración central, en los últimos años se contrataron entre 50 y 60 empleados nuevos.
El objetivo de la protesta es conseguir una reunión con los directivos de la Biblioteca y lograr que al menos tres de los últimos despidos sean revisados, ya que se trata de madres jefa de hogar que no cuentan con otro ingreso familiar.
"Detrás de cada despido se hace presente la política sistemática de este gobierno de destruir una herramienta fundamental para el desarrollo de los pueblos y de la garantía de derechos cómo es el Estado Nacional”, sumó su adhesión a la protesta, el secretario general adjunto de la CTA Capital, Pablo Spataro.
El dirigente comparó la situación que atraviesa la Biblioteca con la del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y Fabricaciones Militares, donde también hubo despidos masivos en el marco de un gran recorte de personal.
“No nos resignamos ante la política del miedo ni retrocedemos ante la política del apriete patronal porque en cada lugar que se lucha crece la resistencia y van creando nuevas condiciones para un nuevo paro general que sea capaz de detener y de hacer retroceder la política de los poderosos", concluyó Spataro.
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