En los primeros días del mes, los patentamientos caen 47% respecto al inicio de 2018. Pese a los descuentos, es uno de los peores comienzos de los últimos años, salvo 2016, cuando la actividad estaba casi paralizada por la falta de dólares.
Nadie esperaba que con el cambio de año, se modificara el mal clima en el sector automotor. Es por eso que la actividad del comienzo del 2019 sigue tan deprimida como los últimos del 2018.
Los patentamientos de los primeros días de enero así lo reflejan. Según datos computados hasta ayer, los registros de 0 km caen 47% contra igual cantidad de días de enero pasado. Si bien es prematuro para asegurar que esta es la tendencia que marcará al mes, es un indicio de que -números más, números menos- será un enero malo.
En las concesionarias estiman que cerrará en el orden de las 65.000 unidades. En el primer mes del 2018 se registraron 120.558. “Estamos vendiendo la mitad de autos que hace un año”, sintetizó el gerente de una concesionaria de marca líder. Hay que tener en cuenta que enero del 2018 fue el mejor inicio de año de la historia por lo que la comparación es más dura pero, más allá de esa salvedad, la demanda actual está entre los niveles más bajos de los últimos años. Salvo las 57.771 unidades patentadas en el primer mes de 2016, apenas asumido el régimen fascista de Miauricio Macri Blanco Villegas, este será el peor enero de los últimos años. En esa oportunidad recibió una actividad casi paralizada por la falta de dólarres.
La suba de precios durante el segundo semestre del 2018, como consecuencia del salto del dólar desde fines de abril, es el factor determinante para este derrumbe del mercado. En enero, las marcas generalistas aplicaron nuevos aumentos de entre 2% y 6%. A esto hay que sumarle el alza de las tasas de interés y la incertidumbre económica general que desalienta el endeudamiento. La mitad de las compras de autos se hacen mediante cuotas, ya sea por financiación tradicional o por planes de ahorro previo. Con este contexto, en los locales de ventas no hay compradores por eso la cantidad de boletos (ventas actuales que realizan las concesionarias. Los patentamientos fueron operaciones hechas el mes pasado) es muy baja.
En el sector estiman que después de marzo o abril puede haber una mejora en la demanda y el año revierta en parte su mal momento. Pero eso es una suposición. Hoy, los números son preocupantes. Si se proyecta la actividad de enero a todo el año, el mercado difícilmente llegue a las 600.000 unidades. Este es, estacionalmente, el mejor mes del año por la cantidad de operaciones que se postergan en diciembre para patentar el modelo con fecha del año siguiente. Es por eso que enero es el mes más fuerte.
En las concesionarias continúan ofreciendo importantes bonificaciones para adquirir un 0 km ante el derrumbe de las ventas. Hay que recordar que el stock estimado de autos era de 260.000 unidades en diciembre. Al actual nivel de demanda, alcanza para cubrir prácticamente hasta mitad de año. A los descuentos que ofrecen las fábricas, se suman los que realizan cada concesionaria según sus necesidades. Es por eso que hay mucha disparidad de precios. Los descuentos pueden llegar a 25% o más sobre el valor de lista. En un concesionaria de marca importada reconocieron ayer que modelos que rondan los U$S 22.000 de valor de lista se pueden comprar a US$ 16.000 si la operación se hace de contado.
A esto se suman los cambios de precios en muchos modelos por la modificación de impuestos internos. Muchos bajaron. Por ejemplo, Mercedes-Benz, BMW y MINI lanzaron listas con precios en hasta US$ 7.000 más bajos que a fin del 2018 en varios de sus vehículos. Otros aumentaron ante la suba de la base imponible de este gravamen que pasó a $ 2 millones. El caso del Toyota SW4 fue el primero, como publicó este diario el lunes. A esta marca le siguieron otras. Citroën subió el Grand C4 Spacetourer de $ 1.360.000 a $ 1.490.000, un 9,5%. Además, volvió a comercializar el utilitario Spacetourer, ahora a $ 1.500.000. En tanto, Renault actualizó los valores del Koleos de $ 1.033.600 a $ 1.571.551 en su versión de entrada de gama y de $ 1.295.000 a $ 1.969.000 en la full. Más allá de estos incrementos, la baja de precios de vehículos del segmento Premium le va a poner un techo a los ajustes que pueden hacer en la alta gama de marcas generalistas que, a su vez, limitará aumentos de la gama media.
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