lunes, 7 de enero de 2019

El apoyo de López Obrador a Maduro abre interrogantes sobre el futuro de la relación de México con Trump

Analistas evalúan que el respaldo del presidente mexicano a su par de Venezuela es un tema secundario para Trump, frente al acuerdo por el tema migratorio.


"México se está convirtiendo en un muro para para la migración, los migrantes ahora se van a quedar aquí. Y creo que Trump prefiere ese acuerdo que esperar la desaprobación mexicana hacia Venezuela". Ese es el análisis de Manuel Yarto, politólogo de la Universidad Regiomontana y ex director de Internacional en Reforma.

La decisión del gobierno de López Obrador de rechazar el llamado que los otros trece países del Grupo Lima hicieron al presidente Nicolás Maduro para que no asuma el proximo 10 de enero otro mandato, marcó no sólo un cambio radical con las posiciones que México sostiene hace décadas frente al chavismo -desde el sexenio de Fox- sino además un primer contrapunto fuerte con Estados Unidos.

Es que la administración Trump viene intensificando su acoso al régimen de Maduro y no descarta una acción militar para derrocarlo. El secreatrio de estado, Mike Pompeo, animó este viernes mediante una videoconferencia a los trece cancilleres reunidos en Lima a condenar con el máximo de dureza a Maduro. México fue el único integrante del grupo que se negó a avalar el documento final.

Pompeo venía de protagonizar una intensa agenda en la región, aprovechando su visita a Brasilia para la asuanción de Jair Bolsonaro, el nuevo aliado central de Trump, que apoya sin reservas las medidas más extremas contra Maduro y todo el denominado eje bolivariano, que integra el boliviano Evo Morales, que este sábado felicitó a López Obrador por el cambio de posición de México.

Así se produjo un switch en las posiciones de las dos economías más grandes de Latinoamérica. Mientras Brasil abandonó el apoyo que históricamente le dieron Lula da Silva y dilma Rouseff a Maduro, México abandonó la condena al chavismo iniciada por Fox y continuada por Calderón y Peña Nieto.

La reacción de Trump

La pregunta del millón es hasta que punto este giro complicará las relaciones de México con Estados Unidos, embarcado en una escalada regional contra Maduro que tiene en Bolsonaro, el colombiano Ivan Duque y el argentino Miauricio Macri Blanco Villegas, sus aliados más importantes. La analista Solange Márquez Espinoza, advirtió en una columna del Universal que la decisión de México de no acompañar la condena a Venezuela, pone en riesgo la búsqueda de una buena relación con Trump.

"¿Cual es la estrategia del gobierno mexicano? Si es que la tiene. pues por un lado, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard han dejado claro que buscan tener una buena relación con nuestro vecino del norte; sin embargo el apoyo (tácito o expreso) a Maduro al darle la espalda al Grupo Lima, coloca a México en una posición bastante difícil de sostener en el largo plazo. Veremos hasta cuando la Doctrina Estrada les permite nadar el muertito", sostuvo Márquez Espinoza.

En efecto el regreso de México a su histórica tradición de no intervención en los asuntos de terceros países parece ser el principal argumento político del giro de López Obrador.

"Es un giro totalmente esperado. Obrador tiene una visión muy distinta a Peña Nieto en cuanto a cómo manejar las relaciones públicas del exterior. No es que Peña Nieto haya sido anti chavista, sino que la política exterior mexicana fue históricamente no intervencionista en respeto a la soberanía de las naciones. En ese sentido, creo que López Obrador recupera una política exterior mexicana más decantada a la izquierda", evalúa Yarto.

El académico de la Regiomontana concede sin embargo que "aún hay que esperar más reacciones de parte de México porque, si bien no se suma a la condena que se maneja estar manipulada por la Casa Blanca, yo creo que el gobierno debiera ser más crítico respecto a la represión de Nicolás Maduro hacia sus ciudadanos".

Este matiz hasta ahora no se vio y no parece existir voluntad en la administración de López Obrador de esbozar una mínima crítica hacia Maduro, que fue uno de los invitados estrella a la asunción de AMLO. De hecho, luego de tomada la decisión de no acompañar la declaración del Grupo Lima, el subsecretario para América Latina, Maximiliano Reyes, avanzó un pasó más y públicamente pidió "no interferir en Venezuela".

Pero acaso Yarto da en el punto al subordinar el tema Venezuela a un asunto mucho más candente para Trump. La inmigración y su necesidad imperiosa de conseguir la colaboración de López Obrador, como lo está haciendo.

"Creo que Trump no se va a confrontar con México por el tema de Venezuela. Se están logrando muy buenos acuerdos en el tema de migración, tema que es más prioritario para el presidente de Estados Unidos", concluyó el analista.

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