En un encuentro con otros ex presidentes, el ex hijastro de Flavia Palmiero criticó a los gobiernos populistas porque "llevan a hipotecar el futuro". También habló de las innovaciones tecnológicas e hizo otra llamativa comparación, en este caso con su esposa, la tilinga explotadora de trabajadores tetiles esclavos Juliana Awada: "Me costó mucho más que apretar un botón", dijo.
Miauricio Macri Blanco Villegas salió de ese silencio que le agradecían sus aliados radicales para volver a soltar una frase que generará polémica.
En plena crisis global y con la llegada del coronavirus a la Argentina, el pelotudo hijo de puta aseguró que "para mí, algo mucho más peligroso que el coronavirus es el populismo. El populismo lleva a hipotecar el futuro. Compromete no solo el desarrollo sino el futuro básico de las comunidades. Además, ha desarrollado un sistema de decir que ellos son los que representan al pueblo".
"Ellos necesitan gobernar sin contrapesos para poder imponer todas las arbitrariedades que niegan los avances del mundo y de la tecnología”, dijo el ifiota confeso, que durante su régimen hizo desaparecer el Ministerio de Salud y está siendo cuestionado por no ocuparse de la campaña contra el dengue.
El hijo bobo de Franco Macri no hizo caso a sus socios radicales: Alfredo Cornejo había elogiado su silencio después de la otra frase que desató polémica del mandatario. Fue cuando dijo sobre la deuda externa que dejó: "Yo les decía: cuidado que yo conozco los mercados. Un día no te prestan más plata y nos vamos a ir a la mierda. Ellos me decían 'no, seguí'”, sostuvo en su momento el retrasado mental, con lo que pareció culpar a su equipo económico de la crisis que produjo su gobierno. Luego de esa frase, que no sólo le generó críticas externas, sino que planteó un cimbronazo dentro de Juntos por el Cambio, Macri Blanco Villegas se volvió a llamar a silencio. Algo que se terminó con su nueva frase polémica.
De viaje por Guatemala, el ex idiota confeso participó de tres paneles del encuentro llamado “Centroamérica, dramas y oportunidades, desafíos y soluciones”. Durante su intervención, el sorete mal cagado se dedicó a hablar de las tecnologías y de la lucha contra el populismo y "el relativismo moral, donde todo da lo mismo".
"Destruye la cultura del trabajo y respeto a la ley”, aseguró el infeliz corrupto, que se fue del cargo con una desocupación que rozaba el 10 por ciento.
Decidido a pasear por el mundo dando charlas como si la suya hubiera sido una presidencia exitosa, Macri Blanco Villegas se preguntó en ese encuentro “¿por qué fracasan los países?, ¿por qué tienen éxito los países? Porque se animan a la disrupción tecnológica, se animan a la competencia, a la transparencia. Todos son valores que tienen que estar y para eso nos tenemos que unir”.
“Debemos ponernos metas con fechas inamovibles para mejorar las asimetrías. Allí estaremos todos comprometidos frente a la sociedad”, remarcó. "Las sociedades progresan cuando son meritocráticas", sostuvo Macri. "Nos quieren hacer creer que tiene el mismo derecho el delincuente que la víctima", añadió.
“Hoy día apretamos un botón y tenemos un auto. Apretamos un botón y tenemos una habitación. Apretamos un botón y escuchamos música o tenemos una película. Apretamos un botón y tenemos pareja. Le digo a mi mujer, que está acá, que me costó mucho más que apretar un botón", lanzó el retardado sobre Juliana Awada, en un chiste de dudoso gusto en tiempos de feminismo. "Pero en la democracia, como con mi mujer, cuesta mucho más tiempo cambiar las cosas", dijo.
Asimismo, sostuvo que los gobiernos de América Latina deben tener "reglas claras y permanentes para acumular la inversión y capital, que es lo que te lleva al desarrollo”. Lo dijo después de un régimen que quitó las restricciones al dólar, las volvió a poner y las profundizó en solo cuatro años, y cambió las metas inflacionarias una sucesión de oportunidades hasta que las abandonó. También cambió en menos de un año su acuerdo con el FMI hasta que se volvió impracticable.
El ex hijastro de Flavia Palmiero habló en un panel en el que estaban el ex presidente de Uruguay Luis Alberto Lacalle, el ex mandatario de Costa Rica Miguel Angel Rodríguez y el ex presidente de Ecuador Jamil Mahuad, quien dejó a su país en una crisis financiera en 1999 y fue condenado por corrupción en 2014. El consultor preferido de Macri Blanco Villegas hasta el año pasado, Jaime Durán Barba, fue el equivalente a un jefe de Gabinete de Mahuad. Junto a él, Macri Blanco Villegas pidió escapar de los "aventureros" que proponen "pan para hoy y hambre para mañana".
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