martes, 3 de marzo de 2020

El jardín de infantes del Hospital Ramos Mejía no pudo comenzar las clases

El régimen fascista porteño encabezado por Horacio Rodríguez Larrata lo quiere cerrar y habilitar el de la manzana 66.


Padres, madres, niñes y docentes del jardín de infantes Nº 6 del Hospital Ramos Mejía tuvieron ayer un inicio de clases diferente. Lo tuvieron con las puertas del jardín cerradas y organizaron un acto de protesta contra el traspaso del jardín a un edificio de la manzana 66, en Catamarca 342 y Belgrano, pero que todavía está en obra. 

El reclamo es porque el régimen porteño intenta cerrar el jardín del Ramos Mejía y habilitar el de la manzana 66, con lo que en lugar de ampliar la matrícula que ya es exigua, la realidad indica que la pretenden reducir.

Verónica Ferreira, que este 2 de marzo cumple veintiocho años de docencia dentro del jardín. Tras el reclamo de la comunidad educativa, el gobierno porteño retrasó el inicio de clases para el miércoles 4 de marzo, pero los padres y madres aún no fueron notificados sobre el lugar donde sus hijos e hijas comenzarían las clases.

“Mudar el jardín es dejar sin vacantes a 350 chicos que podrían ingresar al sistema educativo”, señaló María José Gutiérrez, secretaria del nivel inicial de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), en referencia a los nuevos lugares que se abrirían en el nuevo jardín si los chicos del Ramos Mejía se quedan. El martes por la tarde, padres y madres del jardín deberán concurrir al nuevo establecimiento para conocer las instalaciones, que hasta el viernes pasado seguían en obra.

Alrededor de las diez de la mañana, dos horas más tarde del horario habitual en que los chicos del primer turno empezarían las clases, comenzó a sonar "sube, sube", la canción que musicalizó el izamiento de la bandera plantada en medio de la calle frente a las puertas cerradas del jardín. 

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