El Sumo Pontífice anunció ayer que renunciaba a participar en unos ejercicios espirituales de seis días con la curia en Ariccia, al sur de Roma, a causa de un resfriado.
El Papa Francisco reapareció ayer en público para encabezar el rezo del Ángelus en la Plaza San Pedro, en el Vaticano, aunque permanece la preocupación por su salud debido a que canceló su participación en los ejercicios espirituales de la Cuaresma, que se celebrarán hasta el 6 de marzo, por un "leve resfrío".
"Desgraciadamente, un resfriado me obliga a no participar este año. Seguiré desde aquí las meditaciones. Me uno espiritualmente a la Curia y a todas las personas que están viviendo momentos de rezo, haciendo los ejercicios espirituales en casa", expresó el Santo Padre este domingo.
El Sumo Pontífice generó preocupación el jueves último al no asistir a un evento en la Basílica de San Juan de Letrán para la Liturgia Penitencial con el Clero Romano debido a una "leve indisposición", informó el vocero papal, Matteo Bruni.
"Es una leve indisposición por la que prefirió quedarse en los ambientes cercanos a Santa Marta", señaló Bruni en aquel momento.
Sin embargo, el viernes y el sábado, el Papa presidió la misa matutina en Santa Marta, pero canceló las audiencias privadas que tenía previstas con participantes en un congreso en el Vaticano y miembros de los Legionarios de Cristo, entre otros.
Las alarmas se encendieron en el marco de la propagación del coronavirus en Europa, principalmente en Italia, donde al menos 29 personas han muerto y la cifra de contagiados se elevó a 1.128, según informó el Departamento de Protección Civil de Italia.
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