Organizó una reunión entre Alberto y una delegación de diputados del país vecino, a quienes les confirmó que Solá será el futuro Canciller y Scioli el embajador en Brasilia.
Sergio Massa recibió ayer al presidente de la Cámara de Diputados de Brasil Rodrigo Maia y firmaron una declaración conjunta para abrir la relación bilateral entre presidentes Alberto Fernández y Jair Bolsonazi.
Ambos mantienen un duelo mediático desde agosto, cuando el argentino ganó las elecciones primarias con holgura, pidió que liberen a Lula Ignacio Da Silva, como ocurrió dos meses después, y su futuro colega lo ubicó entre sus enemigos.
Maia aseguró que esos choques pueden quedar en el olvido. "Le informe mi visita al presidente a Bolsonaro y sus palabras fueron muy positivas sobre la importancia de nuestra visita y de la relación entre los dos países. Me dijo que la relación con Argentina es importante y que se mantendrá en alto nivel", sostuvo, durante la conferencia conjunta que brindó con Massa en el salón Delia Parodi de la Cámara de Diputados.
Antes habían compartido una reunión en la que participó Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos, el vice de la Cámara Álvaro González, del PRO; y Cristina Álvarez Rodríguez, secretaria parlamentaria del bloque del Frente de Todos.
Por Brasil estuvieron los legisladores Aguinaldo Ribeiro (PP-PB), líder de la mayoría; Paulo Pimienta (PT-RS), líder del PT; Baleia Rossi (MDB-SP), líder del MDB; Elmar Nascimento (DEM-BA), líder de los Demócratas; Orlando Silva (PCdoB-SP) y Sérgio Franca Danese.
Si bien no confirmó la asistencia de su presidente el martes, para la asunción de Alberto, Maia prometió que el parlamento brasilero estará representado. El titular de la Cámara de Diputados de Brasil fue uno de los primeros en poner paños fríos a los enfrentamientos del ultraderechista mandatario con Argentina y hasta se animó a repudiar al hijo y diputado cuando promovió una declaración contra Fernández.
Posteriormente, la delegación se dirigió a las oficinas de Alberto Fernández, donde el presidente electo les presentó a Felipe Solá y a Daniel Scioli, a quienes presentó como futuros Canciller y Embajador en Brasilia, respectivamente.
"Si nos respetamos, convivir es más fácil. Transmitan al presidente Jair Bolsonaro mi respeto y valoración para trabajar juntos. Mi primer gesto con Brasil es enviar como embajador a alguien muy valorado por mí", sostuvo el presidente electo en referencia a Scioli.
"Tenemos un destino en común, tenemos que cuidar que ninguna coyuntura altere nuestra relación: Brasil es un hermano con otro idioma", agregó y destacó la presencia de "los representantes del pueblo de Brasil porque la integración regional es la mejor herramienta para enfrentar la globalización, como en el reciente tema de los aranceles al acero".
Rodrigo Maia no solamente es el líder de la Cámara de Diputados, sino que es la pieza clave con quien Bolsonazi debe negociar cada una de las leyes que quiere promover. Ideológicamente se ubica en la centro-derecha y fue uno de los promotores del impeachment a Dilma Rousseff. Sin embargo, mantiene sus diferencias con el presidente brasilero y hace valer su representación parlamentaria, donde conduce a más de 10 bloques como el DEM, PSD, PP, PR, el PRB o el MDB.
El documento que firmó con Massa destaca "los avances realizados en los procesos de integración regional en el marco del Mercosur y la promoción de la democracia en el continente sudamericano", en lo que pareció un mensaje a las revueltas militares que azotan la región.
Asimismio, remarca que la diplomacia parlamentaria podía contribuir a fortalecer "en las áreas de medio ambiente, salud, educación, cultura, turismo, ciencia y tecnología, energías renovables, defensa, energía nuclear, espacio y Antártida, siempre en pos del desarrollo sostenible y el bienestar de sus poblaciones".
Considera además la importancia de "la cooperación bilateral en agricultura y ganadería, reconociendo los beneficios mutuos que pueden derivarse de la coordinación en el comercio y las negociaciones internacionales" y promueve acciones conjuntas para preservar el "medio ambiente y la lucha contra el calentamiento global", dos temas picantes en Brasil por el reciente incendio del Amazonas.
En la conferencia, Massa se mostró confiado en lograr un vínculo bilateral que ahora parece lejano. "Más allá de las personas y de diferencias de ideas, el camino de Argentina y de Brasil es un camino que inexorablemente es de la mano".
"Hay que salir de la dinámica del show de las relaciones personales. La relación con Brasil no puede depender del vínculo entre una persona y otra. Tenemos la convicción de que la relación con Brasil es imprescindible, indestructible y permanente. La vamos a consolidar con todas las herramientas que tengamos a nuestra mano", remarcó luego.
Maia destacó la importancia del Mercosur tantas veces denostado por Bolsonazi, pero aclaró que la apertura comercial "es muy buena" y el proteccionismo no es bienvenido en su régimen.
"Muchas veces la gente protege sectores que son ineficientes y vende productos caros. No creo que una política de apertura comercial interese sólo a un país. Lo que no podemos es abrirnos sin un fortalecimiento de nuestra integración", señaló y aclaró que "eso necesita ser hecho dentro del Mercosur. Brasil necesita de Argentina y viceversa. Juntos son mucho más fuertes. No creo que desorganizar lo que fue construido sea bueno para Brasil".
Se negó a opinar sobre la propuesta de Bolsonazi para bajar el arancel externo común a las importaciones del Mercosur, que intentó debatir en la cumbre del mercado regional realizada estos días en el sur de Brasil.
"No es un tema que esté manejando el parlmento", fue su escapatoria, pero Massa fue más tajante. "No se puede resolver en una semana lo que no se resolvió en 4 años. Aspiramos a que prime la racionalidad y el sentido común de que esta tarea es del próximo gobierno", le pidió a Miauricio Macri Blanco Villegas.
Maia no ocultó la crisis bilateral con Estados Unidos por la suba de los aranceles en el acero y el aluminio, anunciada por Donald Trump en un tuit, con la excusa de los precios competitivos para vender granos que había la región por las recientes devaluaciones.
"La relación entre el presidente brasilero y el presidente americano no generaron un resultado en beneficio de Brasil. Es lógico que el presidente americano va a luchar siempre por los intereses de su sociedad y sus electores", intentó justificarlo.
Hubo diferentes interpretaciones sobre el acuerdo entre Mercosur y Unión Europea firmado en noviembre y festejado como un triunfo histórico por Bolsonazi y por el hijo bobo de Franco Macri.
"La mayoría del parlamento defiende el acuerdo. Pero precisa ser ratificado por los parlamentos y en Europa no parece tan simple. Recibí a muchos parlamentarios europeos para discutir temas que generan conflicto. Nosotros entendemos que tiene muchos beneficios por lo menos para Brasil", dijo el parlamentario de ese país.
Massa reclamó industrializar los países del continente para exportar valor agregado y fue más cauteloso con el libre comercio. "Los acuerdos tienen que ser virtuosos, beneficiar a todas las partes. Para el próximo gobierno va a tener sentido de avanzar en la medida que nos sirva para fortalecer el trabajo, las exportaciones, mejorar nuestra balanza comercial", sostuvo.
"Vamos a analizar cuales benefician a Argentina y cuáles sólo fueron firmados por compromiso ideológico, sin tener en cuenta el daño que pueden hacer en materia de política industrial al desarrollo argentino", anunció el tigrense.
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