Los trabajadores de la empresa Craveri realizan un acampe en la puerta del laboratorio para pedir la reincorporación de sus compañeros. Mientras, la firma se niega a acatar la conciliancion obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo.
Las trabajadoras y trabajadores del Laboratorio Craver realizan un acampe en las dos plantas de la empresa, con el objetivo de hacer visible la situación que enfrenta el casi medio centenar de empleados que fueron despedidos y frente a la negativa del laboratorio de acatar la conciliación obligatoria.
Con el apoyo de los vecinos, que acercan alimentos y brindan su aliento, el grupo de trabajadores permanece en las puertas de la empresa pidiendo por la reincorporación de los 47 despedidos.
Un 70% de ellos son mujeres, muchas de ellas jefas de familia, en su gran mayoría trabajadoras calificadas y con más de 10 años de antigüedad.
Carlos Zincer, delegado de la comisión interna del laboratorio, señaló que "la empresa argumenta una crisis que no puede demostrar, no se hace cargo del riesgo empresarial y no determina en ninguno de sus balances cuál es la relación entre los despidos y el saneamiento del problema financiero de la empresa".
A su vez, el representante detalló que "el laboratorio a cargo de Juan Craveri despide de modo ilegal e improcedente queriendo abonar el 50 % de las indemnizaciones amparándose en un procedimiento preventivo de crisis empresarial que no está avalado por la organización gremial ni por la Secretaría de Trabajo".
El 3 abril, mientras se realizaba una asamblea para tomar medidas en solidaridad por los despedidos en la planta de Caballito, los representantes gremiales fueron denunciados por la empresa y detenidos por personal de la Comisaría 6º. El hecho generó una situación de temor e intimidación para el resto de los trabajadores. "Sin nuestra presencia, supervisores y jefes presionan a los compañeros para que cubran las tareas de los despedidos", denunció Zincer.
El acampe se produce en forma simultánea en las plantas de Caballito y Villa del Parque, y quienes están al frente de protesta aseguran que "no sólo estamos peleando por la reincoporación de los compañeros despedidos, sino también por los derechos de aquellos que siguen trabajando, ya que si la empresa logra su objetivo de despedirlos bajo estas condiciones, va a continuar con una segunda tanda con el objetivo de precarizar las condiciones de trabajo".
Juan Craveri, titular del laboratorio, es secretario y firmante paritario de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA). Por eso, los trabajadores consideran que, de prosperar los incumplimientos por parte del empresario, la situación implicaría un precedente nefasto de cara a toda la industria. Aunque la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, la empresa se mantiene en su postura de no dejar ingresar a sus puestos de trabajo a los despedidos, ni a sus delegados.
Nota de Mirta Castellani para Infonews
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