El ministro de Economía encabezó ayer a la tarde una conferencia de prensa en la que brindó detalles sobre el acuerdo alcanzado con los acreedores extranjeros. Aseguró que el acuerdo "implicó un esfuerzo importante de todas las partes".
El titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, aseguró ayer que el acuerdo de reestructuración de la deuda emitida bajo legislación internacional es "inclusivo y sostenible", al tiempo que consideró que el nuevo entendimiento que el Gobierno negociará con el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe ser "bien distinto" al firmado en 2018.
En conferencia de prensa, y tras recordar que la Argentina se encontraba en una "situación de endeudamiento externo insostenible", con una "carga a la que el país no podía hacer frente", Guzmán afirmó que el acuerdo alcanzado con un grupo mayoritario de acreedores privados es "un paso muy importante en el proceso para tranquilizar a la macroeconomía argentina y comenzar a resolver la crisis transitada" desde 2018.
Según el ministro, el acuerdo de la deuda con los acreedores externos permitirá "quitarle al sector público la situación de asfixia" y "generar condiciones de certidumbre y previsibilidad".
El acuerdo con los acreedores externos implica para la Argentina una carga menor de deuda por U$S 42.500 millones durante los primeros cinco años, afirmó Guzmán, quien precisó que la negociación permitió reducir los intereses de un monto estimado en siete dólares promedio a tres dólares por cada U$S 100 en poder de los bonistas, junto con una reducción del capital del 1,9%.
Para el funcionario, el acuerdo de reestructuración de deuda que se alcanzó con los grupos mayoritarios de bonistas "implicó un esfuerzo importante de todas las partes", ya que "no existe un acuerdo perfecto", pero aclaró que "era necesario para darle una plataforma de despegue a la economía".
Por otra parte, indicó que las expectativas del Gobierno es que habrá "una participación muy alta" de bonistas en el canje de deuda. "Nuestra expectativa es que se activen las clausulas de acción colectiva y que Argentina pueda resolver sus problemas de deuda de forma integral; obviamente seguiremos trabajando hasta el 24 de agosto, fecha en que cierra esta oferta, para lograr ese objetivo", señaló.
En otro orden, Guzmán, aseguró que el programa stand by que el FMI firmó con el gobierno argentino en 2018 "ha sido cancelado" y que "el siguiente paso es avanzar en un programa distinto que refleje aquello que la Argentina necesita".
En opinión de Guzmán, la Argentina tiene prevista para los próximos dos años una carga de deuda con el Fondo Monetario Internacional que "no puede hacer frente", por lo que ratificó que "es necesario tener un programa" con el organismo para resolver los compromisos por U$S 45.000 millones
"El programa con el FMI es necesario porque Argentina no tiene la capacidad de pagarle al FMI en los términos establecidos", aseveró, al tiempo que enfatizó también que ese entendimiento "será bien distinto" y con "premisas más sensatas sobre el funcionamiento de una economía" respecto al firmado en 2018.
Asimismo, remarcó que cuando asumió el gobierno de Alberto Fernández "enfrentaba una carga de deuda muy importante, mientras que el próximo gobierno enfrentará una situación muy diferente".
"No estamos trabajando para nosotros, sino para la Argentina, cuidando no sólo el presente sino el futuro del país", concluyó Guzmán.
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