"No soy de los que subestiman a Mauricio Macri para nada, quizás en el 2015 pudo haber habido una subestimación y eso fue un error", agregó.
El secretario general de la agrupación La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, señaló ayer que esa organización "ha madurado" y reconoció que se le criticó "cierta cerrazón que ha tenido", al tiempo que se pronunció por "analizar todos los puntos de vista" para avanzar en un acuerdo opositor.
"La Cámpora es una organización política que ha crecido, que ha madurado, que ha traspasado esa impronta juvenil con la que comenzó", dijo Larroque.
El dirigente explicó que "naturalmente que es una de las fuerzas más organizadas, a veces se nos ha criticado por eso y hasta ha derivado en alguna mirada sobre cierta cerrazón que ha tenido la organización en cierto punto de vista".
En declaraciones radiales, Larroque sostuvo que "en el período de gobierno y luego por la persecución que se vivió sobre Cristina Kirchner en términos judiciales siempre ejercimos un rol de defensa irrestricta pero también somos inteligentes a la hora de analizar un escenario electoral que tiene sus complejidades y tenemos que ser muy prudentes respecto de aquellos que pueden tener algún tipo de matiz".
"Creo que en ese sentido tenemos que estar muy abiertos a poder saldar todas esas discusiones", dijo el titular de La Cámpora, quien reconoció que Cristina Fernández de Kirchner es "la que más expectativa tiene en términos de votos, que tiene un liderazgo fuerte, pero no es la única".
Además, señaló que "es un tiempo prudente para poder trabajar y analizar todos los puntos de vista porque aquel que quede por afuera de un frente opositor va a hacer un gran daño a la necesidad del pueblo de transformar estas políticas".
"No soy de los que subestiman a Mauricio Macri para nada, quizás en el 2015 pudo haber habido una subestimación y eso fue un error", reconoció.
Sobre el macrifascismo, dijo que "ellos siempre han demostrado capacidad en dividir a la oposición en estos años y cambiar los ejes de discusión".
Asimismo, evaluó que "la dirigencia tiene que estar atenta a lo que piensa y siente la calle; a veces el riesgo que tiene la dirigencia cuando se encierra mucho es tener un termómetro distinto y tomar decisiones que no reflejan lo que siente la gente".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario