El escenario electoral tensa las relaciones entre el régimen macrifascista y las organizaciones sociales. Este jueves, los Cayetanos y otras agrupaciones como el Frente Darío Santillán y el FOL volverán a la calle con ollas populares y, en el caso de la última organización, fueron anunciados además acampes de 48 horas frente a los hipermercados.
Es que en medio de la suba de los precios, el ministerio de Desarrollo Social que conduce la patética Carolina Stanley decidió avanzar en un reempadronamiento de los beneficiarios del Plan Hacemos Futuro. Hay agrupaciones que tuvieron bajas fuertes y plantean que cientos de sus integrantes están desde hace dos meses sin percibir el programa de 6 mil pesos, en momentos en que para cubrir la Canasta Básica se necesitan a 26 mil.
"Lejos de la prometida pobreza cero anunciada por Macri, en los barrios se acrecienta la marginación y la miseria", advirtió el Frente de Organizaciones en Lucha, al anunciar la decisión de protestar en la puerta de los grandes supermercados. Los movimientos reclamaron a la ministra Stanley una reunión urgente.
La campaña enrareció la relación entre este sector de las organizaciones sociales y el régimen. Por un lado, Miauricio Macri Blanco Villegas viene de aumentar en un 46 por ciento la Asignación Universal por Hijo, una medida que reconoce la gravedad de la emergencia que atraviesa la población desocupada por efecto de la recesión, la desaparición de las changas y el aumento de los alimentos. Pero al mismo tiempo, en Cambiemos vuelven a desempolvar uno de sus recursos de marketing político más clásico, el de mostrarse como la fuerza capaz de poner a la población díscola en el lugar que le corresponde, sin desubicaciones. En este caso, el discurso oficial remarca que el supuesto de que el pobre no tiene trabajo por no estudiar. Y mientras no lo haga, no habrá pagos.
A principios de mes, Desarrollo Social hizo saber que le había suspendido el plan a unos 12.000 beneficiarios por no haber presentado los correspondientes certificados de estudios. Esta contraprestación es requerida a los que están en el programa Hacemos Futuro, que reemplazó al Trabajar -durante el gobierno anterior, la contraprestación era productiva-. En marzo, agregaron fuentes del ministerio, habría más bajas.
Si se pregunta en las organizaciones sociales, lo que se ve es que no todas fueron tocadas de la misma manera. En las más chicas, como el Frente Darío Santillán y el FOL, los afectados fueron muchos. "Es una situación desesperante porque, aunque logramos presentar los certificados de estudio, el ministerio está demorando dos meses en volver a dar un alta. Y esto pasa en momentos en que hay dificultades para comer", dijeron, palabras más o menos, fuentes de ambas organizaciones.
En el triunvirato de los Cayetanos, organizaciones con más espalda, no fueron relatadas situaciones tan duras. Pero las dificultades para comer siguen estando agravadas por la inflación. Y conseguir un empleo, un rebusque o cualquier tipo de ingreso productivo es visiblemente más difícil que la búsqueda del plato de comida. "Lo que queremos discutir con este gobierno y con el que venga es que en este sistema no hay salida para millones de personas", dijo Esteban Castro, de la CTEP, al confirmar la medida de fuerza. "En la mayor parte de la dirigencia política está la idea de que vamos a recuperar el pleno empleo, como en los '70. Pero eso, el mundo de precarización laboral en el que vivimos hoy, no va a pasar", agregó.
“El gobierno nos va a dejar el hambre como herencia. Esto es lo que no podemos permitir, es un límite que no puede traspasarse", agregó Daniel Menéndez, de Barrios de Pie.
La jornada de protesta convocada por el triunvirato va a consistir centralmente en las ollas populares, con cortes en los accesos en las principales ciudades del país.
Fuente: nota de Laura Vales para Página/12
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