miércoles, 4 de noviembre de 2020

Carla Vizzotti: “La vacuna tiene que ser segura para toda la población"

La secretaria de Salud desestimó las críticas por la adquisición de la vacuna rusa contra el coronavirus y aclaró que la Sputnik V será gratuita pero no de aplicación obligatoria en una primera instancia. Dijo que "nadie va a saltear ningún paso” y adelantó que "esperamos que para el segundo trimestre del año que viene tengamos un porcentaje de la población vacunada y eso disminuya la circulación y mortalidad del virus”.


La secretaria de Salud, Carla Vizzotti, aclaró que si bien el Gobierno argentino adquirió 25 millones de dosis de Sputnik V contra el coronavirus, su aplicación en un principio no será obligatoria hasta tanto la vacuna culmine exitosamente la Fase 3 y esté definitivamente aprobada por las autoridades sanitarias. “Nadie va a saltear ningún paso”, garantizó.

“Tenemos una ley de vacunas que dice que la vacunación es gratuita y obligatoria” pero frente a la pandemia de coronavirus sobre todo “necesitamos construir confianza”. Por eso “preferimos brindar información” y por este motivo “la primera instancia (para aplicar la vacuna) no va a ser la obligatoriedad”, aseguró la funcionaria nacional.

De esta manera, Vizzotti salió a relativizar las críticas que surgieron desde sectores que pusieron en duda la eficacia de la vacuna contra la Covid-19 producida en Rusia y que, además, acusaron al Gobierno de hacer una supuesta utilización política del tema.

“El Gobierno no está pensando en la grieta ni en la política" sino “en tener un insumo estratégico de prevención para minimizar la segunda ola”. Está pensando “en disminuir la mortalidad” y “va a ir para adelante” por esa vía, remarcó la funcionaria.

En declaraciones radiales, la secretaria consideró que las desconfianzas sobre esa la Sputnik V tienen que ver “si ninguna duda con una cuestión geopolítica” más que con la sanitaria o las comerciales. Es más, añadió, “algunas personas interpretaron que se iba a vacunar en la Argentina sin la autorización de la ANMAT” y hay que aclarar que la vacuna rusa “está siendo gestionada por ese organismo de control igual que las demás”.

La efectividad de la vacuna

“La pregunta más grande con todas las vacunas es cuál va a ser el resultado de Fase 3 en relación a la eficacia”, es decir “si van a prevenir la infección (con Covid-19) o disminuir la hospitalización o la mortalidad”, explicó Vizzotti.

O sea que una vez aprobada la Fase 3 la vacuna no podrá aplicarse a toda la población sino que solo se definirá a la que los resultados de esa fase lo indique. “Si previene la mortalidad y no la infección, la población objetiva se va a definir de otra manera”, aclaró.

Es decir que si la vacuna previene la mortalidad, la aplicación estaría dirigida a los grupos de riesgo; y si previene la infección, queda indicada para toda la población. Lo que está claro es que el proceso será escalonado y que “si la vacuna no es segura, no se la vamos a dar ni a las personas que tienen factores de riesgo. Ni esta ni ninguna”, remarcó.

“La vacuna tiene que ser segura para toda la población con o sin factores de riesgo”, pero “en función de los resultados, lo que se define es la estrategia de a quiénes vacunar”, fundamentó.

“Que nadie piense que si tiene factores de riesgo alguien le va a dar una vacuna que no le daríamos a otra persona”, insistió. Lo que sigue es la vigilancia de Fase 4, que identifica reacciones adversas y que es permanente a lo largo de la vigencia de una vacuna o medicamento.

Contrato a riesgo

Por otra parte, Vizzotti explicó que lo que hizo la Argentina con la adquisición de 25 millones de dosis fue hacer un “contrato a riesgo”, porque aún no se tienen los resultados de la Fase 3. Y ese tipo de contratos extraordinarios están avalados por una ley sancionada en el Congreso de la Nación.

En este marco, lo que se firmó con Rusia “es un contrato de provisión de la vacuna a referéndum de avanzar con todos los pasos; si no, no se va a aplicar”.

Las distintas vacunas

Vizzotti aclaró que todas las vacunas tienen el mismo objetivo de prevenir el coronavirus pero “todas tienen particularidades”. Por ejemplo, la vacuna de Pfizer tiene que estar congelada a menos 80 grados y eso es una desventaja. “No quiere decir que sea mala” sino que la logística es compleja.

En cambio, la de Astra Zeneca se almacena entre 2 y 8 grados y “es más sencillo”. Mientras que la Sputnik V se almacena a menos 18 grados.

Lo fundamental es que el país contará con una vacuna segura y eficaz lo antes posible, pero eso no excluye decir que esto es la solución inmediata. “La importancia radica en que hasta que tengamos la posibilidad de vacunar a la población objetivo, va a pasar un tiempo".

“Esperamos que para el segundo trimestre del año que viene tengamos un porcentaje de la población vacunada y eso disminuya la circulación y mortalidad del virus”, concluyó.

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