Tres apellidos históricamente ligados al poder político y económico que, tras las muertes de los jefes de familia, dejaron los buenos momentos en el pasado. Tres grupos fraternales que hoy pujan por lo que el padre les legó.
A raíz la pandemia y con el consecuente confinamiento en los hogares, especialistas en relaciones humanas advirtieron sobre la posibilidad de peleas y desencuentros en el seno de las familias y, particularmente, entre hermanos.
Claro que los psicólogos se referían más al vínculo fraternal entre infantes o adolescentes, sin imaginar que esos enfrentamientos, podrían tener como protagonistas a gente grande y famosa.
Uno de los golpes más duros que ha sufrido Donald Trump en su campaña por la reelección presidencial lo recibió de su propia sangre. En “Mi tío Donald, el peor de todos”, el libro que publicó su sobrina Mary, reveló afirmaciones de la hermana mayor del mandatario, Maryanne Trump Barry, quien lo tildó de “cruel y mentiroso, una persona cuya falta de principios hace que no se pueda confiar en él”.
Del otro lado del Atlántico y no en el terreno de la política sino en el de la música, Liam y Noel Gallagher sumaron recientemente un capítulo más de su eterna rivalidad que ya lleva más de un cuarto de siglo y que derivó en la ruptura de Oasis, la banda que los hermanos habían creado a comienzos de los 90, y a la que rompieron -literalmente- a trompadas.
La Argentina no podía quedar al margen de estas intensas y desgarradoras pujas familiares. En pleno aislamiento por la pandemia, en las últimas semanas trascendieron tres de ellas, con una furia que hace inimaginable cualquier reconciliación.
Son tres familias históricamente ligadas al poder político y económico, con apellidos de gran presencia mediática como son Mitre, Macri y Etchevehere.
Los Mitre: tras la Esmeralda perdida
El 25 de marzo, durante la primera semana del aislamiento social preventivo y obligatorio, falleció Bartolomé Luis Mitre, director de La Nación y tataranieto del general Bartolomé Mitre, quien fundó el diario el 4 de enero de 1870.
Mitre tenía 79 años, cinco hijos (Dolores, Rosario, Bartolo, Esmeralda y Santos), esposa (Nequi Galotti, la tercera) y una fortuna que pocos conocían con certeza.
Hasta allí, -aparentemente- reinaba la paz en la familia; incluso, Bartolomé Luis, previsor, había designado un albacea para administrar la sucesión.
Los herederos -los cinco hijos y Galotti- estaban naturalmente divididos en tres grupos, según sus vínculos con las ex esposas de Mitre: Dolores (49, la única con funciones en el diario), Rosario (48) y Bartolo (47) nacieron del primer matrimonio del fallecido con Dolores González Álzaga. Luego está Esmeralda (38, actriz y la de más alto perfil, por lejos), hija de Mitre y Blanca Isabel Álvarez de Toledo (ex mujer del artista Nicolás García Uriburu. Y finalmente, la viuda Nequi Galotti (otrora modelo que convivió 27 años con Mitre) y Santos (21), el hijo que tuvieron.
Los problemas surgieron en julio cuando los tres hijos mayores iniciaron la sucesión, al parecer, sin avisarle al resto. Esmeralda y Nequi hicieron causa común para pedir, a través de sus abogados, claridad en los procedimientos.
Dos meses después, Esmeralda fue por más e impulsó la incorporación de un veedor externo porque teme que la herencia estuviera siendo subvaluada. Las alianzas volvieron a cambiar y los otros cinco herederos intentaron oponerse porque decían que el patrimonio dejado por Mitre era “pobre” y contratar un veedor solo sumaría más gastos.
“La muerte de mi padre no fue un golpe tan fuerte como el cachetazo que es la traición de mis hermanos”, declaró Esmeralda en “PH”, el programa de Andy Kusnetzoff, y agregó que “me quieren sacar lo que me corresponde. Mi papá ponía orden y me cuidaba. La más unida a mi padre siempre fui yo”. El único que se salvó de sus críticas fue su hermano menor: “Lo adoro, lo quiero con todo mi corazón y lo voy a cuidar siempre. Santos no tiene nada que ver con ellos ni con esto”. Ante este vendaval mediático, el resto de los herederos prefirió guardar silencio.
Según expresó el abogado de Esmeralda, el “pobre” legado de Mitre estaría compuesto por inmuebles, campos, vehículos, objetos de arte, cuentas bancarias en el exterior y acciones en La Nación (el diario, claro está). En el porcentaje de éstas radicaría la diferencia estimada, extraoficialmente, en unos tres millones de dólares.
Una grieta en la familia que un siglo y medio atrás, el general y ex presidente Bartolomé Mitre nunca podría haber imaginado.
Los Macri: Mariano vs. el Gran Hermano
El 2 de marzo de 2019, moría en Buenos Aires -a 12 mil kilómetros de su Roma natal- el empresario Franco Macri. Tenía 88 años de los cuales 70 los vivió en la Argentina y en los cuales forjó una enorme fortuna familiar: según la última estimación de la revista especializada Forbes, es de 540 millones de dólares, la vigésima del país.
Franco tuvo seis herederos: los cuatro hijos de su matrimonio con Alicia Blanco Villegas -Miauricio, Gianfranco, Sandra, ya fallecida, y Mariano-, Florencia -fruto de la relación con Crisina Greffier- y Alejandra, hija extramatrimonial reconocida después de un análisis de ADN.
Con Miauricio al frente de la Casa Rosada, la sucesión parecía transcurrir en paz y en silencio, cuasi un homenaje a la omertá siciliana.
Sin embargo se acaba de abrir una grieta en la familia con la publicación de “Hermano”, el libro de Mariano Macri escrito por el reconocido periodista Santiago O’Donnell, en el que muestra sus enormes diferencias con el retrasado mental.
En una nota con Página/12, el autor cuenta que Mariano (53) se decidió a hablar por tres motivos: “Por su salud mental. Lleva trece años de enfrentamientos con Mauricio en reclamo de que le pague un precio justo por su parte del paquete accionario y lo deje seguir su vida personal y empresarial de manera independiente”, sin verse sometido a “humillaciones, ninguneos y falsas promesas”. El segundo motivo es terminar con el mito de que Franco “era un mafioso menemista que vivió toda su vida de aprietes y negociados con el Estado. Mariano está convencido de que esta es una historia inventada por Mauricio y por quienes lo asesoran en marketing político”. Finalmente, Mariano "siente que el mismo abuso y el mismo maltrato que él recibió de Mauricio a nivel familiar, el pueblo argentino lo sufrió a nivel político”.
En su reciente raid mediático, el idiota confeso respondió a Mariano en el reportaje que le hizo Jonatan "gordito lechoso" Viale en el canal A24, a decir verdad, uno de los pocos periodistas que le preguntó sobre el tema.
“Lamentablemente mi hermano decidió canalizar sus broncas de una manera equivocada diciendo un montón de cosas que nada tienen que ver con la realidad”, dijo el pelotudo.
Mientras tanto el libro “Hermano”, antes de salir a la calle, ya tenía dos ediciones agotadas y más de 30,000 ejemplares impresos.
Los Etchevehere: cuando tenga la tierra
En septiembre de 2009, la muerte de Luis Félix Etchevehere, director de El Diario, de Paraná y quien presidió durante siete períodos la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), también dio origen a otra disputa por su legado que ahora estalló en toda su dimensión.
El empresario periodístico estaba casado con Leonor Barbero Marcial, abogada, con quien tuvo cuatro hijos: Luis Miguel -ex presidente de la Sociedad Rural Argentina y ministro de Agricultura durante el mandato de Mauricio Macri-, Arturo Sebastián, Dolores y Juan Diego.
En 2011, Dolores radicó una primera denuncia contra su familia, por el delito de defraudación y la causa quedó registrada bajo el número de legajo N° 6.418, caratulada “Estafa. Denuncia de Dolores Etchevehere”. Años después, Dolores amplió la denuncia acusando a sus tres hermanos y a su madre de “administración fraudulenta evasión fiscal lavado de dinero y explotación laboral” en las empresas de la familia. Puntualmente en su denuncia, Dolores se refiere a un supuesto vaciamiento de la empresa que controla El Diario de Paraná, a maniobras con préstamos bancarios y que sus hermanos y su madre habrían falsificado su firma en el trámite sucesorio. Tanto la denuncia como la sucesión todavía están en trámite.
La batalla se reavivó la semana pasada cuando Dolores, amparándose en el derecho de ser una de las herederas, decidió ceder parte de ese predio de la Estancia Casa Nueva -ubicado sobre la ruta provincial 48, en el acceso a la localidad entrerriana de Santa Elena- para el desarrollo de una iniciativa denominada Proyecto Artigas, que lleva adelante un modelo agrario sostenible impulsado por un grupo de campesinos sin tierra, activistas y organizaciones ambientales.
Los tres hermanos Etchevehere y la viuda denunciaron ante la Fiscalía de La Paz el delito de usurpación y reclamaron el desalojo de Dolores y las demás personas -más de 45- que estaban en el lugar.
Sin embargo el juez subrogante de la ciudad de La Paz, Raúl Flores, afirmó que Dolores "probó en la audiencia que fue declarada también heredera" de los predios y resolvió no hacer lugar al pedido de desalojo y propuso a las partes "pensar una solución pacífica y armónica".
En el fallo conocido el viernes 23, el magistrado remarcó que el ingreso al predio fue "pacífico y sin violencia" y que la denuncia contraria no indicó ni probó "un hecho violento más que el número de personas" presentes.
Además, Flores resolvió disponer medidas de protección en beneficio de Dolores Etchevehere que deberán ser cumplidas por sus hermanos, Luis Miguel, Juan Diego y Arturo Sebastián, a solicitud de la fiscal María Cosntanza Bessa, que interviene en la causa originada por el conflicto que envuelve a esa familia por la posesión de un campo en la localidad entrerriana de Santa Elena.
Los abogados querellantes habían denunciado un "engaño" para poder ingresar y "darse a conocer como heredera", pero el juez recordó que los empleados "saben que los patrones son la familia Etchevehere" y que la propia fiscalía probó que Dolores también "fue declarada heredera".
Por ende, "no hubo tal engaño en el proceder y no invocó ella a su ingreso al campo ni más ni menos de lo que es: una heredera de don Luis Etchevehere", agregó en el fallo, que también se apoya en artículos de la Ley de Violencia de Género.
Luis Etchevehere -quien se define en su cuenta de Twitter como “ex-Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Acompañó con compromiso cada paso que lleve a la Argentina a ser el supermercado del mundo”- anunció que va a apelar la medida, a la vez que expresó en la red social: "El mismo juez que ayer nos mandó a conversar y hacernos amigos de los usurpadores, hoy nos prohíbe acercarnos al campo y hacer comentarios que los pueda incomodar. Fin de la propiedad privada y la libertad de expresión. Argentina cada vez más cerca de Argenzuela”.
Por su parte, Dolores le respondió diciendo que "por el hecho de ser mujer, a priori, me ubicaban en un lugar de '¿qué estás reclamando?'. Ni intelectualizan, directamente descartan, ponen a la mujer en un lugar de una persona que molesta.... Muchas veces a las mujeres nos corren hacia el lugar de la confusión, para debilitarnos, generar una situación de debilidad. Es un modus operandi. Nos atacan y piensan descartarnos, eliminarnos. Me han pasado cosas tremendas, que siempre he callado, para mantener una línea".
Fuente: nota de Gabriel Esteban González para Télam
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