miércoles, 14 de octubre de 2020

La reaparición pública de Macri Blanco Villegas reavivó las diferencias con el sector de Frigerio y Monzó

Anteanoche, en una complaciente entrevista televisiva, el ex hijastro de Flavia Palmiero se lamentó por haber dejado la negociación política durante su Gobierno en el ala "filoperonista" de su espacio. El elegido para responder fue Sebastián García de Luca, quien aseguró que gracias a Frigerio y Monzó se pudo "construir gobernabilidad".


La reaparición pública de Miauricio Macri Blanco Villegas en una entrevista en televisión el lunes por la noche, en la que se lamentó por haber dejado la negociación política durante su Gobierno en el ala "filoperonista" de su espacio, reavivó las diferencias con el sector que encabezan Emilio Monzó y Rogelio Frigerio.

Tras la crítica del retrasado mental, el diputado Sebastián García de Luca (Juntos por el Cambio) fue el elegido para responder este martes por sus dos jefes políticos.

En un comunicado, García de Luca aseguró que gracias a Frigerio y Monzó se pudo "construir gobernabilidad" en los cuatro años de gestión de Cambiemos y recordó que "la estrategia política se definía en la Jefatura de Gabinete", en un tiro por elevación a Marcos Peña Braun, siempre señalado por los dialoguistas de PRO como el más reacio a ampliar la coalición.

Con tono autocrítico -dijo que no estuvo "a la altura" de lo esperado- y cuestionamientos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner-, el hijo bobo de Franco Macri cargó anteanoche las tintas contra sus negociadores políticos.

"Nunca debí haber delegado la negociación política y yo la delegué en mi ala más política, con filo-peronistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores", fue la frase de la discordia, pronunciada el idiota confeso durante un reportaje que le concedió al operador periodístico de la derecha ultraconservadora Joaquín Morales Solá en la nefasta señal opositora Todo Noticias (TN).

El conductor de las negociaciones en la Cámara de Diputados era su titular, Emilio Monzó, y el negociador con los gobernadores era Frigerio, entonces ministro del Interior. Aunque el mamerto no los mencionó, ni propios ni ajenos dudan que los negociadores "filoperonistas" fueron ellos.

"No es excusa, debería haber puesto el foco ahí porque se jugaba mucho con el poder convencer y nosotros nunca llegamos a los acuerdos que necesitábamos para transformar a la Argentina", agregó el sorete mal cagado, que así pareció aceptar que la falla central estuvo en la construcción política, paradójicamente una crítica que Monzó y Frigerio hicieron desde apenas iniciada la gestión.


"No nos sorprendió. Ahora Macri quedó claramente en un extremo, el Gobierno en otro. Y nosotros en el centro, que es lo que queríamos. Al final Macri nos hizo un favor", reflexionó una fuente del sector de ambos dirigentes.

Según confirmaron las fuentes, sintieron el golpe pero aprovecharán el protagonismo que les dio inesperadamente el pelotudo hijo de puta.

El grupo comenzó un alejamiento de Macri Blanco Villegas y del PRO apenas concluyó la gestión; en cambio se acercaron al área de los "moderados", que encabezan el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata; la ex gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal y el senador radical Martín Lousteau, como ellos mismos remarcan.

Sin embargo, hoy nadie puede asegurar en qué lugar interno quedará el espacio de Frigerio y Monzó, si los "moderados" aceptan al retrasado mental como un interlocutor válido.

Las diferencias

En realidad, las diferencias del sector de los "filoperonistas" con Macri Blanco Villegas comenzaron a escalar públicamente hace un mes, cuando Monzó opinó que "Cristina y Macri tienen que ser una etapa terminada" para así "parir una nueva conducción" opositora conformada por dirigentes moderados, que incluya peronistas y otras fuerzas, en un claro desafío a la coalición.

El intendente de Vicente López, Jorge Macri le respondió ese mismo día y consideró que Monzó "tiene desde hace tiempo la voluntad de generar conflicto y dividir" a Juntos por el Cambio.

"Yo no siento que Emilio Monzó sea parte de nuestro espacio político", le reprochó finalmente el primo del nabo, que dejó al descubierto que el PRO ya no es el paraguas bajo el que se agrupa este sector.

"No le debe haber gustado que Monzó le pidiera que se corra de la escena político electoral, se comporte como un ex presidente y aliente la construcción de una nueva generación", analizaban hoy cerca del ex titular de Diputados.

El tema no se tocó en el encuentro virtual que cada semana mantiene la cúpula de Juntos por el Cambio, una prueba más de que se trata de una cuestión espinosa y no hay una mirada compartida.

Desde el PRO, en cambio, defendieron Macri Blanco Villegas y sostuvieron que sus declaraciones fueron mucho más una autocrítica que un reproche.

"Macri reconoció que no debió desentenderse de la construcción política. No fue un reproche a nadie más que a sí mismo", dijo una fuente muy cercana al fundador de PRO.

Para probarlo, recordó que el infeliz cerró el tema durante el reportaje con una frase más conciliadora: "Tengo mis dudas de que hubiera obtenido algo mejor que lo que obtuvieron", concluyó su reflexión en la entrevista del lunes.

Sin compartir esa mirada y seguros de que el daño en el vínculo no tiene vuelta atrás, la pata peronista aprovechó para pasar lista a lo que considera sus logros.

"Gracias a Monzó y Frigerio logramos tener las leyes más importantes y construir gobernabilidad durante los cuatro años de gobierno con enorme minoría legislativa y estructura política", dijo De Luca en el comunicado de este martes.

El diputado acotó que "también Rogelio y Emilio lograron convencer a Pichetto para que sea el compañero de fórmula en la última elección".

"El aumento de tarifas, el cambio de fórmula jubilatoria y tantas medidas tomadas en los cuatro años no fueron ideas de Emilio o Rogelio. Sin embargo, ambos se pusieron al frente de las negociaciones siempre con mucho compromiso y responsabilidad", siguió su relato.

"La gestión y la estrategia política se definía en la Jefatura de Gabinete, sus ojos y oídos como Macri definió. No éramos nosotros quienes tomábamos esas decisiones, si participábamos desde nuestro rol lógico al que le dedicamos nuestra vida completa", concluyó el delfín de Frigerio.

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