Hasta el momento son 89 escuelas primarias y 80 secundarias. La concurrencia a las "actividades no escolares" es optativa para los alumnos, dado que no está permitido el transporte público. Los docentes, en cambio, están incluidos en el personal esencial.
El régimen de la ciudad de Buenos Aires habilitó a 169 escuelas privadas para que a partir de este viernes comiencen a realizar "actividades escolares no educativas".
El objetivo del ministerio de Educación porteño es seguir sumando instituciones los próximos días.
La medida fue cuestionada por los gremios docentes que aseguraron que se trata de una acción de "marketing político", dado que "no están dadas las condiciones sanitarias ni epidemilógicas para volver a la presencialidad".
"Estamos muy emocionados con la respuesta que tuvo esta primera instancia de apertura de los últimos niveles de las escuelas de la Ciudad. 169 escuelas de gestión privada ya pidieron permiso para abrir sus puertas y quedaron habilitadas para hacerlo", expresó Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad.
Hasta el momento son 89 escuelas primarias y 80 secundarias que recibieron el permiso y podrán iniciar las tareas presenciales con el objetivo de generar un espacio de encuentro para los grupos de estudiantes que se encuentran transitando el último año de escolaridad. En este sentido, las instituciones educativas declararon ante la Dirección de Educación de Gestión Privada conocer y estar en condiciones de poder cumplir con el protocolo elaborado por el Consejo Federal de Educación.
De acuerdo al semáforo epidemiológico aprobado por el Ministerio de Educación de la Nación y las 24 jurisdicciones, el distrito porteño tiene un riesgo medio, por lo tanto, podrá realizar en forma presencial "actividades educativas no escolares": artísticas, deportivas, recreativas y de apoyo escolar. Los grupos de trabajo no podrán superar las diez personas y deberán llevarse a cabo preferentemente al aire libre.
La intención de las autoridades educativas es ampliar las habilitaciones en las próximos semanas. "Vamos a seguir trabajando día a día para que todos los chicos y chicas de la Ciudad puedan reencontrarse con sus compañeros y docentes", agregó Acuña.
Por su parte, los estudiantes deberán esperar a ser convocados por los colegios para asistir en la fecha que las instituciones definan. La concurrencia a las "actividades no escolares" es optativa para los alumnos, dado que no está permitido el transporte público. Los docentes, en cambio, ya están incluidos en el personal esencial que se permite en el transporte.
En contraposición con la postura oficial, el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) aseguró que el apuro del régimen de Horacio Rodríguez Larrata responde a una acción de "marketing político" y que no está vínculado "con desplegar políticas educativas bajo la premisa de cuidar la salud y la vida".
"No nos oponemos a la vuelta a clases. Lo que planteamos es que hoy no están dadas las condiciones sanitarias ni epidemilógicas para volver", afirmó Alejandra López, Secretaria General de SADOP Capital.
La dirigente gremial indicó que la decisión del régimen porteño se realizó en forma unilateral. "No tuvimos participación en la elaboración del protocolo sanitario ni tampoco hubo formación en cuidados hacia los docentes", explicó.
Una de las mayores preocupaciones que plantearon es que se cumpla efectivamente con el esquema de la burbuja sanitaria. Según el protocolo, el grupo de trabajo debe estar conformado por nueve estudiantes y un docente. "Lo que no puede pasar es que ese mismo docente esté a la tarde con otros nueve estudiantes. Eso no está claro y queda a libre decisión de los empleadores", sostuvo López y agregó que "esperamos que haya un control del Estado para que se cumpla el esquema de burbuja, sino todo esto va a perder sentido".
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