viernes, 29 de mayo de 2020

Los parlamentos latinos se unieron para exigir créditos a los organismos multilaterales

Lo acordaron en una teleconferencia organizada por Argentina y México, con legisladores de todo el continente, la Cepal, la OIT y la OPS. "Si el Banco Mundial y el BID no puede ayudar, no sirven para nada", dijo Massa.


Los líderes parlamentarios de América Latina mantuvieron ayer una teleconferencia para intercambiar experiencias sobre el combate al coronavirus, coincidieron en que habrá un fuerte aumento de la pobreza en la región y que necesitarán acciones coordinadas y asistencia de los organismos multilaterales de crédito.

El encuentro virtual fue organizado por las Cámaras de Diputados de México y Argentina y coordinado por sus presidentes, Laura Angélica Rojas Hernández y Sergio Massa, quien en simultáneo presidió la sesión en minoría de la oposición que intentó sin éxito rechazar los superpoderes del jefe de Gabinete Santiago Cafiero (ver nota aparte en esta misma edición). 

Se cruzaron pantalla de por medio legisladores de casi todos los países del continente, algunos con presidentes enfrentados entre sí. Hernández y Massa advirtieron sobre el impacto de la pandemia en la región, que según la OMS es la de mayor cantidad de contagios en esos meses. 

"Ante estos retos y un mundo como el actual, es muy poco probable que encontremos las soluciones solos. Por eso el multilateralismo y la cooperación es la clave para salir adelante. Aunque las consecuencias son globales, hay regiones más vulnerables como la nuestra, que por los índices de pobreza, desigualdad e inseguridad saldrán más afectadas", abrió la mexicana. 

Después de escuchar a sus colegas del continente, antes de despedirse dijo que habrá 1 millón 400 mil empleos menos en México el año próximo y el presupuesto 2021 deberá adecuar ayudas como un ingreso mínimo. Propuso iniciativas regionales como el desarrollo de ciencia y tecnología para tener vacunas; repensar los sistemas fiscales y una reforma laboral para sostener al empleo informal, que es muy alto en el continente. 

Massa también habló al principio y al final. "Se viene un mundo con pérdida de empleo, con dificultades en el comercio multilateral y procesos de concentración económica. Es imprescindible y casi una obligación construir el vínculo para que nuestros países, a través de la diplomacia parlamentaria, encuentren el camino para fortalecer a la región en la salida de la pandemia", se presentó y antes de cerrar, propuso que los organismos multilaterales de crédito que integran los países del continente pidan ayuda para afrontar la crisis, un planteo que ya había hecho el ecuatoriano Patricio Donosio Chiriboga. "Nosotros no tenemos moneda y los precios del petróleo bajaron. No nos queda otra que el crédito", fue el diagnóstico del representante de Lenin Moreno. 

Massa propuso una gestión conjunta: "Todos nuestros países son parte de las multilaterales de crédito y tienen un cupo de crédito incorporado por su capital, pero obviamente los más desarrollados tienen más peso y presencia en los directorios. Es responsabilidad de todos los parlamentos de América Latina exigir un porcentaje de parte del Banco Mundial, del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y de la CAF (Corporación Andina de Fomento)"

"Si los multilaterales no sirven para estas situaciones, es porque no sirven para nada. Creo que es responsabilidad de todos los parlamentos de la región exigirle que se aumente o duplique el aporte a nuestros países, entendiendo que el de los países desarrollados permite apalancar", señaló. La mexicana Rojas Hernández quedó en redactar un documento con ese petitorio y las conclusiones de la jornada, pero varios de sus colegas le pidieron leerlo antes.

La ronda de ponencias se inició con las organizaciones invitadas y el primero fue el argentino Mario Cimoli, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Trazó un severo cuadro económico y social de la región y propuso "cambiar el modelo" para promover una recuperación, remover "ciertos dogmas ideológicos" y pensar en Bancos Centrales con mayor intervención. 

Anticipó la quiebra de empresas, la fuerte reducción de la inversión, una menor integración de las cadenas de valor, desempleo, precarización laboral y un sistema de salud mucho más costoso a corto plazo. Calculó que habrá 30 millones de nuevos pobres y otros 13 indigentes, que tardarían 25 años en recuperarse si se espera una recuperación por rebote económico. 

"Las cadenas productivas están muy conectadas, pero se requiere una estrategia por cada Nación. Europa y Asia tendrán una fuerte inversión industrial. Y en Estados Unidos sólo crece el gasto militar, porque es su mayor producción nacional", sostuvo Cimoli y agregó que "no podemos recuperar trabajo sin industria. Argentina y México tenían hace 30 años industria farmacéutica. Me gustaría que vuelva. Hay que modificar las cadenas de valor e integrar a las capas invisibles de este proceso".

El brasilero Jarbas Barbosa Da Silva Juniors, subdirector de la Organización Panamericana para la Salud (OPS) confirmó que los casos de Covid 19 crecerán en América del Sur y ningún país tiene capacidad de terapia intensiva si no controla pandemia. Por eso, consideró, el distanciamiento social sigue siendo una buena opción.

Helmut Schwarzer, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), calculó que el 94% de los trabajadores en el mundo están afectados por el confinamiento, que habrá 305 millones menos de empleos en el mundo y 26 de ellos se perderán en América Latina.

"Los números siempre dependerán de la estrategia de recuperación", aclaró y dijo que 436 millones de empresas están en riesgo en todo el mundo y al menos 1600 millones de trabajadores de pymes. Recomendó estipular políticas activas de empleo salud, apoyo a las empresas y construir un diálogo social para enfrentar la crisis. 

Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, debió abandonar la teleconferencia y le dejó su lugar a su par carioca Luiz Antonio Teixeira de Souza, "Luisiño", quien no ocultó las internas del ultraderechista Jair Bolsonazi con los líderes regionales. 

"La unión del parlamento, el Estado federal y las provincias se vuelve necesaria para superar la gravedad de la crisis", consideró, en clara alusión a los choques entre el presidente y los gobernadores.

"En 2020 todos nuestros gastos derivan a un presupuesto de guerra. Creamos seguros de desempleos, auxilios, pero necesitamos una industria de salud para no depender de otro continente. En Brasil no tenemos muchos kits de testeo y los de China no proporciona los resultados que necesitamos. Los pacientes no tienen que llegar a usar respiradores porque aumentaron mucho su precio. Hay que detectar síntomas y llegar a un tratamiento temprano", añadió. 

No hubo cruces entre legisladores con distintos sesgos ideológicos, pero sí algunas sutilezas para marcar posiciones. Tal es así que Diego Paulser Kehr, presidente de la Cámara de Diputados de Chile, consideró que "el cambio de modelo" propuesto por la Cepal debería ser "reducir la burocracia, dejar un Estado más chico y eficiente".

Precavido, antes de despedirse le pidió a la mexicana Rojas y Massa leer cualquier documento que quieran difundir y el texto hasta anoche no había aparecido. Contó que en Chile contuvieron la caída del empleo con una "red de protección social" que incluyó "un ingreso familiar de emergencia" y un "Bono Covid" y ayuda a los alcaldes. 

Ana María Mari Machado, de Cuba, se jactó del alto nivel de la medicina, la salud pública y la industria farmacéutica de la isla, que permitió recuperar a la mayoría de los infectados y no superar las 82 víctimas fatales. Sin mencionarlo, criticó a Donald Trump por el bloqueo comercial de Estados Unidos y su hostigamiento a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Martín Lema, de Uruguay, defendió la decisión de su presidente Luis Lacalle Pou de no hacer una cuarentena estricta, sino una educación al ciudadano para no golpear la economía. Massa, que habló después, defendió que Argentina haya ido por el sentido contrario y no le fue mal. 

"El presidente Fernández tomó la decisión muy fuerte de frenar la curva de contagios para evitar que se multiplicaran las muertes y el dolor en nuestra sociedad. Eso implicó que hoy tengamos a casi el 95% de la superficie de nuestro país sin contagios", sostuvo. 

Reseñó además las ayudas económicas de Alberto Fernández a las empresas argentinas, con el pago del 50% de los salarios, y propuso empujar líneas de crédito para la región. El presidente del Congreso peruano dejó un mensaje grabado y también se sumaron los de Paraguay, Dominica y Babados. Todos con gestos de apoyo y colaboración. Entre los legisladores, al menos, no hay grieta en la región. O por ahora no se nota.

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