El residente subrayó que gran parte de la Argentina está “retomando la actividad dentro de la nueva normalidad”, reactivando buena parte de los sectores productivos.
Alberto Fernández se refirió al trabajo que está realizando su gobierno para la “etapa de la pospandemia” del coronavirus en su visita a Formosa, una de las dos provincias sin casos de Covid-19 del país junto con Catamarca. El mandatario reiteró también el problema estructural del país que la enfermedad develó y se erigió contra “el país centralista”, al asegurar que intentará “terminar con la injusticia en el norte”.
Asimismo, subrayó que gran parte de la Argentina está “retomando la actividad dentro de la nueva normalidad”, reactivando buena parte de los sectores productivos, aunque respetando las medidas sanitarias dispuestas para evitar la propagación del virus, como el uso de barbijos y el seguimiento de protocolos para cada rubro. "Va a haber un día después de la pandemia y vamos a estar de pie", enfatizó.
“Tengo la expectativa de que cuando esto pase, todo empiece a funcionar con velocidad”, continuó Fernández, quien recordó las medidas que tomó el Ejecutivo para “evitar que la economía se derrumbe en el mientras tanto”, cuidando los puestos de trabajo. “Perdimos dos puntos del PBI pero para nosotros es inversión a futuro”, indicó también sobre el presupuesto destinado para los programas económicos durante la crisis sanitaria.
En ese sentido, aseguró que cuando pase la pandemia, Argentina volverá a tener un "buen sistema de salud como el que nunca debió dejar de tener" y agregó que "vamos a volver a tener un sistema de salud como el que nunca debimos dejar de tener. Durante cuatro años se decidió que no hacía falta inaugurar hospitales porque eran un gasto. Así fue como nos quedamos sin vacunas".
Acompañado por el gobernador Gildo Insfrán, y tras la firma de un convenio para la ejecución de obras públicas en Formosa, elogió la gestión de la crisis sanitaria en la provincia que esquivó al virus desde el comienzo del brote y afirmó que, a pesar de no tener casos, se coordinaron acciones para atacar la enfermedad, como la instalación de 240 camas para pacientes leves y la inauguración del Hospital Evita, que estaba destinado para otro fin pero se lo preparó “para lo que eventualmente el coronavirus demande”.
“Formosa tuvo una velocidad envidiable y tuvo la suerte de no tener casos importados, entonces se puso muy estricto en el control de acceso a la provincia”, consideró.
Retomando la idea de la "federalización" del país para acabar con el "centralismo", señaló que tras la emergencia sanitaria la Argentina "debe ser un país más justo" y propuso "revisar el sistema de coparticipación federal".
"Hay que revisar todo y terminar con el centralismo. No estoy feliz viviendo en un país que tiene una capital con un ingreso por habitante similar al de Bélgica y provincias con índices de países muy pobres. Esto está mal y hay que cambiarlo", subrayó el jefe de Estado, quien, por otro lado, aclaró que "un sistema más justo no es perseguir a nadie" y negó "esas ideas locas de que queremos quedarnos con las empresas".
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