Carrió se opuso al recorte y respaldó a Rodríguez Larrata, preocupado por las manifestaciones. En la UCR hubo un fuerte debate. En el Senado, Lousteau armó un mini bloque contra Naidenoff y Gerardo Morales.
El pedido de destinar un 30% de las dietas a la lucha contra el coronavirus abrió una feroz interna en Juntos por el Cambio, donde las autoridades legislativas y partidarias empezaron a dirimir su capacidad de liderazgo como oposición.
Y casi todas las críticas recayeron en dos figuras que cada vez se hacen sentir más en el Congreso: la beoda presidenta del PRO, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, y el senador radical Martín Lousteau, ambos con pretensiones de ser jefe de Gobierno en 2023.
Elisa Carrió expuso la disputa con un misterioso tuit del martes en el que arroba a sus diputados y ratifica su apoyo al actual jefe de Gobierno "Horacio Rodríguez Larreta y equipo y a todos los que manejan la crisis".
El mensaje tendría como destinataria a Bullrich Luro Pueyrredón, quien el lunes presionó para que los diputados de su partido propusieran bajarse los sueldos. El jefe de la bancada, Cristian Ritondo, lo había conversado con sus pares y con el radical Mario Negri, presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, pero antes de llegar a un acuerdo lo comunicó con la firma de su partido.
Informó que propondrían reducir "un 30% del sueldo neto que perciben todos los funcionarios de los tres poderes del Estado para contribuir ante la emergencia económica y sanitaria originada por la pandemia del coronavirus".
Mientras los radicales debatían por teleconferencia sobre cómo sumarse empezaron a escucharse los primeros cacerolazos en algunos barrios porteños pidiéndoles que ganen menos, viralizados en las redes sociales y transmitidos por televisión.
Rápido de reflejos, Negri propuso que en vez de un proyecto de ley era mejor una carta al presidente y la tuiteó cuando todavía estaba discutiéndose en los grupos de WhatsApp. Los diputados de la Coalición Cínica se turnaron para repudiar esa correspondencia porque comparten con su jefa que bajar los sueldos de los legisladores no soluciona ningún problema y complica a quienes no reciben otros ingresos.
Pero el ruido de ollas alteró también a referentes del PRO cercanos a Rodríguez Larrata, quien pilotea la crisis del coronavirus desde uno de los distritos con más infectados. "Estaba como loco, no puede creer que mientras pilotea la pandemia su propio partido aliente la anarquía. Patricia no se da cuenta de que nos puede llevar puesto a todos", sostuvo un diputado cercano al jefe de Gobierno.
Quienes lo frecuentan aseguran que, en la videoconferenica de autoridades del PRO del viernes, en la que participó Miauricio Macri Blanco Villegas, Larrata trazó un cuadro de situación complejo y pidió sostener la calma durante la cuarentena. Pero no lo escucharon.
El diputado de la Coalición Cínica Juan Manuel López pareció pedírselos en un tuit que cita a su jefa. "Como dice Elisa Carrió, en estos momentos, el silencio, la serenidad y la oración para los que creen es la mejor opción. Seamos solidarios con los que tienen a cargo conducir esta pandemia en la ciudad y en el país", posteó antes de ayer.
En Juntos por el Cambio es vox populi con los grupos de Facebook y Twitter que convocan a movilizarse en las calles con consignas republicanas son agitados por la ex montonera entregadora de compañeros, siempre con el teléfono rojo del hijo bobo de Franco Macri. Macharon por Buenos Aires en el aniversario de la muerte de Nisman y el 10 de marzo fueron al Congreso a respaldar a Gerardo Morales cuando se trató el proyecto para intervenir la justicia de Jujuy.
Ese día tomaron por sorpresa al gobernador, que estaba en la CABA pero había preferido no pisar el Congreso y agitar en los medios que había una presión de Cristina Fernández de Kirchner para liberar a Milagro Sala que no era respaldada por Alberto Fernández. Los caceroleros no hacían distinciones.
Morales volvió a pisar en falso en el Senado esta semana, donde su referente Luis Naidenoff, jefe de Juntos por el Cambio, sigue sin poder controlar a Martín Lousteau y esta vez no evitó una división en el debate por la baja de dietas.
Mientras el formoseño pidió por carta al Senado autorización para reducirse los haberes pero no definió porcentaje, Lousteau firmó un proyecto del macrifascista Esteban Bullrich para reducir por seis meses los sueldos de "personal del sector público nacional, del poder Legislativo, Judicial, Ministerio Publico Fiscal, de los organismos y entes autárquicos, autónomos, centralizados y descentralizados, empresas y Sociedades del Estado y las entidades bancarias oficiales".
Lo subscribieron el catamarqueño Oscar Castillo (que tiene un monobloque) y los senadores del PRO a excepción del cordobés Ernesto Martínez y de la porteña Guadalupe Tagliaferri, cercana a Larrata.
El proyecto no hace distinciones entre funcionarios y empleados de planta sino sobre haberes y propone que sólo quienes ganen menos de 70 mil pesos mensuales puedan cobrar completo a fin de mes. Hasta 100 mil se le descontaría 5%, hasta 150 mil 15% e igual y superior a 200 mil un 20%. Propone recortes iguales para los jubilados del Estado que cobren esos montos.
El texto circuló en el grupo de WhatsApp de los radicales y más de uno no ahorró insultos hacia el economista y sus socios del PRO, porque no estaban dispuestos a recortar los salarios de sus asesores. Optaron por la carta de Naidenoff para que cada uno redujera el suyo lo que considerara.
Lousteau protagonizó así su tercer cruce con sus compañeros radicales desde que asumió en diciembre. El primero fue a los 20 días cuando pidió sin éxito no dar los dos tercios para que el gobierno sancionara rápido la emergencia económica, sin esperar a que pase navidad.
Una línea igual de dura habían tenido una semana antes en Diputados macrifascistas como Waldo Wolff y Fernando Iglesias, cuando pidieron no habilitar la sesión en la que iban a jurar oficialistas y de ese modo bloquear el recinto por tiempo indefinido. Negri y Ritondo lograron detenerlos.
En la sesión del Senado del 12 de marzo Lousteau arrastró al bloque para votar en contra de la ley que bajó las jubilaciones de jueces y diplomáticos. Esa vez la rebelión junto a Esteban Bullrich y Juan Carlos Marino, cercano a Enrique "Coti" Nosiglia. En el Senado ya hablan del sub bloque de Juntos por el Cambio, liderado por el economista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario