Con 164.785 casos y 3.178 decesos, Estados Unidos, se mantuvo como el país con mayor número de enfermos por coronavirus y estaba a punto de pasar a China en número de víctimas.
La cifra global de casos de coronavirus sobrepasó los 800.000 y las muertes se acercaban a las 40.000, con Estados Unidos encaminado a superar ayer en fallecimientos a China y con un nuevo récord de decesos e infectados en España que, sin embargo, no corta la tendencia bajista en el país europeo.
El número de personas con la Covid-19 alcanzaba los 809.000 en todo el planeta, apenas dos días después de superar los 700.000 contagios, mientras que se registraban más de 39.500 muertes, una cifra que al final del día se espera sobrepase las 40.000, según datos de la universidad norteamericana Johns Hopkins.
Con 164.785 casos y 3.178 decesos, Estados Unidos, se mantuvo como el país con mayor número de enfermos por coronavirus y estaba a punto de pasar a China en número de víctimas, que aún era el tercer país con mayor número de fallecimientos, con un total de 3.309.
La situación sanitaria siguió siendo crítica en Europa, donde Italia y España encabezan la lista de países con mayor cantidad de muertes a nivel mundial, con 11.591 y 8.269, respectivamente.
España registró ayer un nuevo récord tanto de contagios como de muertos por coronavirus en un día, pero expertos del gobierno negaron que se haya roto la tendencia bajista de la última semana en la curva de evolución de la pandemia, que ya infectó a 94.417 personas en el país.
En tanto, en Italia, donde los casos de Covid-19 ascendieron a 101.739 -superados en número solo por Estados Unidos-, la confederación de empresarios industriales estimó hoy que el PBI del país caerá "cerca del 10%" durante el primer semestre del año a causa de la emergencia del coronavirus.
La abrupta crisis sanitaria causada por la Covid-19 desencadenó un fuerte impacto en la economía global, con numerosos países obligados a paralizar sus actividades para evitar el contagio de la pandemia y a invertir millones en dinero estatal para ayudar a trabajadores y empresas.
El primer país en adoptar medidas drásticas fue China, donde se inició el brote a finales de 2019. Si bien las restricciones lograron frenar el avance de la enfermedad, Beijing advirtió hoy que la epidemia de coronavirus en el país aún no ha terminado y que todavía enfrenta grandes desafíos, especialmente el regreso de chinos desde zonas de riesgo que podrían desatar nuevos brotes.
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