Con un video de apoyo al presidente Alberto Fernández, la ex gobernadora fascista bonaerense se diferenció de la línea dura del ex hijastro de Flavia Palmiero, más preocupado por los argentinos en el exterior y por el parate económico; y de la beoda Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, quien defendió los 1500 despidos en Techint.
Quizás la comparación de mensajes públicos fue lo que más marcó el contraste: mientras Miauricio Macri Blanco Villegas exigía con un comunicado del PRO que dejaran volver a los argentinos que están en el exterior, la ex gobernadora fascista bonaerense, María Eugenia Vidal, publicaba un video de apoyo al presidente Alberto Fernández y pedía acompañar las decisiones oficiales. No obstante, cuando publicó ese mensaje, muchos le recordaron sus palabras cuando dijo que no iba a inaugurar un hospital más en la provincia de Buenos Aires. El propio presidente hizo referencia hace algunos días, tras una recorrida por La Matanza, sobre los dos hospitales que pasaron cuatro años allí sin comenzar a funcionar. Vidal eligió no responder. En su lugar, lo hicieron su ex ministro de Seguridad y actual jefe del bloque de Diputados del PRO, Cristian Ritondo, y su ex ministro de Salud, Andrés Scarsi, quien argumentó que los hospitales estaban "mal construidos".
"Heidi" viene manteniendo un perfil bajo en la arena política, sin discursos públicos ni reportajes con medios de comunicación. No obstante, publicó un video en su cuenta de Instagram en el que dijo que "en estos momentos difíciles de incertidumbre, de preocupación, y, en algunos hasta de miedo, les quiero mandar toda mi fuerza. Ese abrazo que por ahora no nos vamos a poder dar. Y decirles que si cada uno pone su parte vamos a estar menos solos y vamos a salir adelante".
"Poner nuestra parte es acompañar y apoyar la decisiones del presidente, de los gobernadores y de cada intendente. Cada uno de ellos toma las mejores decisiones que cree posibles para ayudarnos a enfrentar algo que todavía no conocemos", agrega Vidal.
La ex gobernadora fascista habló de la importancia de las y los trabajadores de la salud, que reciben un aplauso todas las noches, pero volvió a eludir referirse a los hospitales no inaugurados durante su gestión. Se trata de seis hospitales que estaban prácticamente terminados en 2015 -según un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria- y que Vidal no puso en funcionamiento en sus cuatro años. Eran dos hospitales en La Matanza, un tercero en Cañuelas y otros tres en Ituzaingó, Esteban Echeverría y Escobar.
La entonces gobernadora defendió una y otra vez la decisión: "Construir un edificio es la parte más fácil. Lo que vale la pena es poner equipamiento de última generación, que haya insumos, enfermeras y médicos. No voy a abrir hospitales nuevos porque es una estafa a la gente. Aunque no sea políticamente correcto, no me interesa cortar cintas", dijo entonces y aseguró, en su momento, que el esfuerzo iba a ponerse en refaccionar los ochenta hospitales que ya existían.
El presidente Fernández lo había recordado tras una visita a La Matanza: "Estuve en el hospital René Favaloro, que quedó hecho en 2015. Nunca nadie terminó de poner las camas y la aparatología y lo dejaron ahí olvidado. Hay otro igual, que lo vandalizaron".
Vidal eligió no recoger el guante y no volvió sobre esa polémica. Sí lo hizo su ex ministro Ritondo, quien tuiteó que "al coronavirus lo enfrentamos todos juntos, pero sin mentiras. Acompañar y apoyar en esta emergencia no significa callar" y publicó una serie de discursos de hace años de Vidal, editados de manera que parece que le contesta a Fernández. Pero la ex gobernadora no contestó.
De hecho, el mensaje de Vidal con un abierto apoyo a las decisiones del presidente Fernández contrastó con una línea que, de momento, no pudo imponer el ala dura del Juntos por el Cambio. Sin ir muy lejos, la dipsómana presidenta del PRO, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, el domingo se dedicó a defender los 1500 despidos en Techint .
Algo de eso se vio en una reunión virtual de la conducción del PRO del viernes pasado, donde el hijo bobo de Franco Macri puso como uno de los temas la exigencia de que dejen volver a los argentinos en el exterior. Sin discutirselo -porque tampoco se oponen- Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrata, intercambiaron miradas: creen que las prioridades son otras. Ella, en particular, está observando con preocupación el conurbano, donde la demanda de comida -aseguran en su entorno- se cuatriplicó.
Mientras tanto, Macri Blanco Villegas -quien también bajó línea sobre remarcar en público las consecuencias económicas de la cuarentena- compartía en su Twitter el comunicado del PRO sobre los argentinos en el exterior.
Algunos de los que participaron de esa reunión dijeron que lo vieron al retrasado mental "en otro planeta, totalmente fuera de foco, incluso más que antes", durante sus últimos años de gobierno. Quizás el tiempo que le dedica a la FIFA no lo está ayudando a concentrarse.
Fuente: nota de Werner Pertot para Página/12
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