Abel Romero, único sospechoso por el doble femicidio en Monte Chingolo, confesó ante la Justicia que asesinó a Cristina Iglesias y a su hija de siete años, Ada.
Abel Romero, de 25 años, confesó ante la Justicia el doble femicidio de la madre e hija que habían desaparecido la semana pasada en Monte Chingolo, provincia de Buenos Aires.
El hombre reveló que mató a Cristina Iglesias por una discusión mientras que a la niña la asesinó "porque se despertó" durante el ataque.
Tras aducir que la mujer y su hija de siete años, Ada, habían sido asesinadas por ladrones en un robo frustrado, Romero confesó ayer que es el culpable del doble femicidio y dio detalles del crimen: "Actué solo y yo las enterré" en el fondo del terreno, admitió el hombre, quien asesinó a las víctimas "con la cuchilla de la casa".
"A Cristina la maté porque empezamos a discutir porque yo no quería tener relaciones. A la nena la maté porque se despertó", reveló Romero.
La familia de Iglesias denunció que la mujer y su hija no aparecían desde la noche del miércoles pasado y cuando los investigadores policiales se presentaron en el domicilio lo encontraron revuelto y con marcas de arrastre hechas con sangre.
Romero se fugó apenas se radicó la denuncia. Los investigadores encontraron las llaves y documentos de Cristina en la pieza que el hombre alquilaba en el partido de Lanús.
El sábado pasado, en el marco de la búsqueda, un perro rastreador de la Policía Bonaerense incriminó a Romero al identificar un rastro olorífero del hombre en la sábana que envolvía el cadáver de la niña.
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