En medio de la cuarentena, hubo desde la madrugada largas filas de jubilados y beneficiarios de planes. El Central ordenó abrir sábado y domingo.
La relativa calma del aislamiento obligatorio se desmoronó ayer con la reapertura de los bancos para el pago a los jubilados y beneficiarios de planes sociales, lo que provocó que cientos de personas se agolpen desde muy temprano en las sucursales.
Ante el caos que se generó, el gobierno tuvo que disponer que las entidades abran el sábado y domingo.
Las filas comenzaron desde la madrugada, con temperaturas por debajo de los diez grados en la CABA y en el conurbano bonaerense. Las imágenes de gente amontonada en las puertas de los bancos se repitieron en todo el país, la mayoría sin cumplir la distancia. En algunos casos, hubo gente que llegó a la medianoche. El horario de apertura es el habitual, a las 10, aunque en el interior algunas sucursales abrieron antes.
La apertura bancaria es exclusiva para quienes no cuentan con tarjeta por robo o extravío ya que, de lo contrario, deberán retirar el efectivo a través de los cajeros automáticos, según estableció el Banco Central. Aunque es sólo para este universo de personas, en cada sucursal había varias cuadras de fila.
Desde el gremio La Bancaria explicaron que en realidad alrededor del 70 por ciento los que asistieron a los bancos cuentan con la tarjeta, pero no la usan por diversas razones. De los 14 millones de beneficiarios de Anses (jubilados, planes y otros) aproximadamente un millón no tiene la tarjeta.
"Está sucediendo lo que habíamos advertido", dijo el secretario de prensa de La Bancaria, Eduardo Berrozpe. El sindicalista contó que se produjeron "algunos incidentes y discusiones" y que la gente "no mantiene las distancias y no está respetando las recomendaciones sanitarias de prevención".
Ante el caos en las sucursales, el Banco Central adelantó que las sucursales abrirán el sábado y domingo para cumplir con los pagos. La información fue confirmada por el jefe de La Bancaria, Sergio Palazzo.
La situación se da luego de que la semana pasada colapsaron los cajeros automáticos y hubo fuertes reproches contra el Banco Nación y el Central por no haber diversificado las fechas y los lugares de cobro ni hacer una campaña de promoción para garantizar que el dinero estará en sus cuentas.
Tras eso, el gobierno negoció con el gremio La Bancaria para que acepte abrir las sucursales por el temor al contagio de los empleados.
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