El incremento en 6.398 en el número de nuevos casos representa un 8% más que la jornada anterior, con lo que España logró sumar por quinto día consecutivo un descenso porcentual. De todos modos, con 85.195, España superó el número de China.
La penosa nómina de muertos y contagiados coronavirus aumentó ayer en España, aunque a un ritmo más lento, lo que da una señal de esperanza a las autoridades justo en el momento de la entrada en vigor del confinamiento total de la población, una medida que busca asestar un nuevo golpe a la pandemia.
El gobierno de coalición progresista de Pedro Sánchez, no obstante, se enfrenta a una oposición cada vez más dura, que le reprocha "mentiras" lanzadas sobre la pandemia y amenaza con boicotear los últimos decretos gubernamentales, considerados claves para el control efectivo de la trasmisión de la enfermedad.
En las últimas 24 horas, España registró 812 nuevos fallecidos, lo que elevó el total de víctimas fatales a 7.340, mientras los contagios ya son 85.195, tras contabilizarse 6.398 enfermos más, cifra algo menor que en las últimas jornadas.
En cuanto al número de contagios, España superó hoy a China, que registra 82.152 enfermos, según el último balance facilitado por el Ministerio de Sanidad español.
El incremento en 6.398 positivos representa un 8% más que el día anterior, lo que significa que el país registró cinco días de descenso porcentual consecutivo de nuevos casos.
Entre los nuevos contagios el gobierno confirmó el del director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, Fernando Simón, el experto que habitualmente informa sobre la evolución de la pandemia.
Por otro lado, el número de fallecidos, 812, es menor al de los últimos dos días, cuando el incremento fue de 838 y 832, respectivamente.
Horizonte más claro
"Los datos ofrecen una ventana de esperanza", subrayó en videoconferencia el Ministro de Sanidad, Salvador Illia, quien destacó que desde el 25 de marzo se observa una "tendencia sostenida de estabilización" en la curva epidémica, tendiente a la "ralentización".
El ministro reiteró que el país "está ya en el pico o muy cerca de él" en la gran mayoría de las regiones, aunque la presión sigue creciendo en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que actualmente atienden a 5.231 personas.
El dato positivo, insistieron las autoridades, es que continúa incrementándose el número de personas curadas, que al día de ayer eran 16.780.
Sin embargo, medios españoles advirtieron que las UCI están desbordadas en varias zonas de España, aunque las autoridades insisten en que están "controlando" la situación, pese a las dificultades que hay en los hospitales de Madrid y Cataluña, esta última a la cabeza desde ayer de los casos de enfermos graves.
En estas circunstancias, España entró en una fase más dura del confinamiento decretado hasta el 12 de abril, que incluye la limitación del trabajo a las actividades esenciales bajo el estado de alarma para combatir el coronavirus.
No obstante, a última hora, el gobierno anunció una moratoria de un día para que las empresas que no puedan interrumpir de forma inmediata su actividad se adapten.
"Con el objetivo de reducir la movilidad aún más, disminuir el riesgo de contagio y descongestionar las UCIs, desde hoy hasta el 9 de abril, los trabajadores/as de actividades no esenciales deberán permanecer en casa", informó ayer el Ministerio de Sanidad en sus redes sociales.
Desde hoy y durante los próximos 7 días -luego empiezan las vacaciones de Semana Santa-, los empleados que no asistan a sus puntos de trabajo, algo que hasta ahora estaba permitido, seguirán cobrando y, luego, tendrán que compensar las horas no trabajadas. Las condiciones para las compensaciones las tendrán que negociar con las empresas.
Ya "hemos posibilitado que los contagios hayan disminuido de forma considerable", remarcó el Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, al tiempo que informó que, a partir de ahora, se redoblaran los controles y la policía comenzará a patrullar de forma conjunta con otras fuerzas, incluido el Ejército.
A pesar de estos avances, el líder del opositor Partido Popular (PP), Pablo Casado, advirtió ayer que "no apoyará" el último decreto del Ejecutivo sobre el cierre de las actividades no esenciales porque no está de acuerdo conque las empresas tengan que pagar el coste, algo que también fue criticado por los empresarios.
Además, Casado dijo que Sánchez le mintió porque le aseguró que no cerraría completamente la actividad económica, y luego lo hizo de forma "precipitada".
Los independentistas catalanes, por su parte, celebraron que se haya aprobado el confinamiento total, como ellos exigían desde hace varias semanas, pero también criticaron la forma en que se gestionó.
España sigue trabajando contra reloj para abastecer al sistema sanitario con material, y test rápidos de Covid-19, un millón de los cuales llegan hoy desde China.
La industria española, por su parte, continúa adaptándose a la lucha contra la epidemia, de ahí que fábricas como la automotriz Seat, de Martorell (Barcelona), haya pasado de ensamblar autos a fabricar respiradores.
También siguen avanzando los ensayos clínicos con fármacos para la artritis y malaria, o plasma de pacientes recuperados en diferentes hospitales del país.
En tanto, el Ministerio de Sanidad prohibió desde ayer la celebración de velatorios en todo tipo de instalaciones, públicas o privadas, y limitó a tres el número de personas que pueden participar en los entierros y las despedidas para la cremación.
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