La gestión del mandatario ultraderechista ante la pandemia es aprobada por 33% de los brasileños pero solo 37% opina que debe renunciar mientras 59% cree que debe mantenerse en sus funciones.

El sondeo apareció un día después de que varios medios se hicieran eco de un rumor, luego desmentido, según el cual un golpe palaciego había dejado a Bolsonazi en su puesto pero sin poder de decisión.
La gestión del impresentable mandatario ante la pandemia es aprobada por 33% de los brasileños pero solo 37% opina que debe renunciar mientras 59% cree que debe mantenerse en sus funciones, según la encuesta del Instituto Datafolha publicada por el diario Folha de Sao Paulo.
Bolsonazi rechaza las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para combatir la propagación del coronavirus, al que calificó como una "gripecita" de la que solo deben cuidarse los adultos mayores.
Esa posición lo enfrentó con 26 de los 27 gobernadores de los estados federados, que dispusieron medidas preventivas similares a las adoptadas en la mayor parte del mundo, e incluso con su propio ministro de Salud, el médico Luiz Mandetta.
Aunque en los últimos días Bolsonazi recortó la influencia de Mandetta dentro del gabinete, la aprobación a la gestión del ministro es de 76%, más del doble que la del presidente, según el trabajo de Datafolha.

De acuerdo con esos datos, las cantidades diarias de nuevos contagios y nuevos muertos crecieron ayer 8% y 12,5% con respecto a las del sábado, y la tasa de mortalidad de la enfermedad en el país se elevó de 4,2% a 4,4%.
El estado más afectado es San Pablo -el más poblado e industrializado del país-, con 4.620 casos confirmados (41,5% del total nacional) y 275 decesos (56,6%), seguido por Río de Janeiro, con 1.594 casos (14,3%) y 64 muertes (13,2%), y Ceará, con 823 infectados (7,4%) y 26 fallecimientos (5,4%).
En ese contexto, varios medios informaron ayer como cierto el rumor, posteriormente desmentido, de que un golpe dentro del gobierno había dejado a Bolsonazi en su cargo pero el poder de decisión había pasado a manos del jefe de gabinete, general Walter Braga Neto, como un supuesto "presidente operativo".
Braga Neto, una de las figuras más relevantes del "ala militar" que controla la mitad del gabinete, integra el gobierno desde febrero pasado. Hasta entonces había sido jefe del Estado Mayor General del Ejército.
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