Desde el Ministerio de Salud porteño sostienen que se aplican criterios dinámicos pero muy rigurosos para clasificar los casos y no saturar la capacidad de respuesta del sistema sanitario.
Desde el Ministerio de Salud de la CABA asesuran que el 107 y el SAME aplican criterios dinámicos pero muy rigurosos para clasificar entre todos los llamados que ingresan cuáles pueden ser posibles casos de coronavirus y cuáles no, de esta manera intentan no saturar la capacidad de respuesta del sistema sanitario.
El frío comienza y complica las cosas, porque en esta estación llega la gripe, los resfríos y las bronquitis que pueden generar que las personas confundan los síntomas con los del coronavirus.
En esa ardua tarea se encuentra el 107 que brinda información fidedigna, aclarar dudas y recibe el llamado de las personas con síntomas, que a través del call center y el chat, que está asesorado por un grupo de epidemiólogos, da asistencia para cada situación.
Quienes presentan síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta, o problemas respiratorios deben comunicarse y allí son contenidos, se analiza el caso y se evalúa el camino a seguir.
Entre las cosas que se consultan está verificar si el paciente estuvo en contacto con alguna persona que ya haya sido catalogada como caso sospechoso o diagnosticada con infección por coronavirus. El sistema recibe casi 2500 consultas diarios y, aseguran, que en la mayoría de los casos no se trata de posibles casos.
El titular del SAME, Alberto Crescenti, que trabaja con el 107, reconoce en una primera instancia nadie es catalogado como "caso sospechoso", y que solo en "crisis respiratorias muy graves" se mueven las ambulancias.
"Entiendo que la gente está atemorizada, pero tiene que tener paciencia y saber que las personas que trabajan son idóneas para detectar casos sospechosos, y si un área de emergencia se desborda no sirve", agrega el titular del SAME.
"La tarea del radio operador es clave", explica una emergentóloga al frente de una unidad del SAME. "La gente llama y plantea situaciones muy dramáticas entonces quien atiende no puede así fácilmente activar un operativo porque sí. Pero el problema es que desde que cambió el criterio de caso sospechoso, los parámetros para clasificar a cada paciente que llama con síntomas de coronavirus son más difusos", agrega y cuenta que les "ha pasado que vas por un caso de Covid 19 y te encontrás con un ataque de pánico".
Desde el régimen porteño aseguran que los criterios los definen los mismos médicos que atienden. "Es dinámico y va cambiando. Pero están capacitados para definir si se está o no ante un caso de Covid-19. Fiebre es excluyente, cuando hablamos de fiebre hablamos de 37.5 para arriba. Cuando hablamos de tos, tiene que ser un tos seca y continua. Pero se es riguroso con las preguntas para no sobre cargar el sistema de emergencias porque sí", dicen los funcionarios.
Los números que manejan en el SAME indican que alrededor del 10 por ciento de los llamados terminan generando que se active el protocolo.
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