La CATT mantiene las medidas de fuerza para el 1º de mayo. El moyanismo apunta a afectar igual los servicios.
La poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que reúne entre otros a los gremios de colectivos y trenes, confirmó que no se sumará al paro nacional anunciado por Hugo Moyano y los sindicatos opositores al régimen, y que mantiene la protesta prevista para el 1º de mayo contra el impuesto a las ganancias.
En el moyanismo descontaban que la CGT no se sumaría a la medida de fuerza pero esperaban que al menos adhiriera la CATT, lo que le daría una importancia muchísimo mayor ya que implicaría la paralización de colectivos y trenes. En la CATT se agrupan los colectiveros de la UTA, que lidera Roberto Fernández, y los maquinistas de La Fraternidad, de Omar Maturano, ambos distanciados de Moyano. Se sabe que con el aporte de esos dos gremios cualquier medida equivale a un paro total en los grandes centros urbanos.
Sin embargo, desde la confederación que lidera el portuario Juan Carlos Schmid hicieron saber que no suspenden el paro del 1º de mayo y que no se pliegan a la medida del día previo. De esta forma, los transportistas se mantienen en la posición adoptada por el consejo directivo de la CGT.
"La CGT no se va a sumar al paro del 30 de abril", reiteró este martes el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez. "sí va a adherir a la propuesta que organizaron los sindicatos del transporte el 1° de mayo", detalló el titular de UPCN. "Es un momento muy delicado, donde los compañeros detectaron que a algunos trabajadores les cuesta mucho parar porque pierden un jornal de trabajo; el del 30 de abril es el paro de un sector, de una agrupación sindical", agregó Rodríguez.
Más allá de esto, el moyanismo apuesta a afectar igualmente los servicios de transporte. Los metrodelegados del subte ya confirmaron que paralizarán el servicio el 30 de abril, mientras que lo propio harán los pilotos de aviones que lidera Pablo Biró. "La totalidad de los vuelos van a estar afectados", dijo ayer el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Otros gremios del sector también se sumarían.
En tanto, los impulsores de la protesta esperan el aporte de gremios chicos o sectores opositores a la conducción para afectar a trenes y colectivos. En el primer caso, Moyano apuesta al sindicato de señaleros y al de los jerárquicos ferroviarios, dos gremios menores pero con capacidad de complicar el servicio. Lo mismo el sector de Rubén "Pollo" Sobrero en el Sarmiento. En el caso de los colectivos, apuntan a los grupos enfrentados a Fernández.
"Más allá de que algunos dirigentes no han adherido, es un paro legítimo. Va a ser un paro contundente de la gran mayoría de los trabajadores que ya no se aguantan esta política económica de desocupación, despidos, tarifazo, e inflación", desafió Pablo Moyano. "Se van a sorprender porque muchos trabajadores, muchos delegados, muchas comisiones internas que integran la conducción de la CGT, van a paralizar. Que (Carlos) Acuña y Rodríguez hablen de no parar es lo mismo que (el femicida Ricardo) Barreda hable de la familia", chicaneó.
La decisión de la CGT y la CATT de no acompañar el paro de Moyano es relevante también porque sin su participación el régimen podría aplicar sanciones a los gremios que participen. La CGT y la CATT tienen el máximo reconocimiento de la ley de Asociaciones Sindicales y, en consecuencia, la facultad para convocar a medidas de fuerza nacionales. En la Rosada amenazan con sanciones si el paro de Moyano no es convocado por alguno de esos sellos.
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