lunes, 15 de abril de 2019

Crisis sin techo: el oscuro pronóstico de los kioskeros para el primer semestre

Desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina revelaron el número de comercios que cerraron en tres años y adviertieron por las bajas para junio en el área metropolitana de Buenos Aires. También explicaron cómo debieron adaptarse por la pérdida de poder adquisitivo de los clientes.


Alrededor de 28 mil comercios cerraron en Argentina en lo que va del gobierno de Mauricio Macri y desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) advierten que para junio bajarán sus persianas otros 5 mil en la Capital Federal y en los principales centros urbanos de la provincia de Buenos Aires.

Entre los motivos más habituales para cerrar figuran los tarifazos, el alza en los alquileres y la baja en el consumo. De este modo, "por día en la ciudad y la provincia de Buenos Aires están cerrando entre cinco y seis kioscos, según los relevamientos", explicó  titular de UKRA, Adrián Palacios.

"Un comerciante pagó de luz 8 mil pesos en enero, 23 mil en febrero y en marzo 27 mil, tal fue el caso de dos comerciantes de Balvanera y de Caballito”, ejemplificó el referente del sector y agregó que “si a eso le sumamos que un alquiler sale entre 30 mil y 45 mil pesos, hablamos de más de 70 mil pesos de gastos por el solo hecho de levantar la persiana para atender”.

Al respecto, alertó que “eso no lo puede seguir manteniendo ni un kiosquero ni cualquier otro comerciante". Además, alertó que "la gente al tener que pagar más de los servicios, de los colectivos y subtes, se les hace difícil poder comprar algo para consumir en los kioscos".

Luego explicó que ante este panorama en el que el poder adquisitivo se contrajo con fuerza, los comerciantes apuestan a ofrecer "productos de segundas y terceras marcas en más cantidad que antes y es lo que más se vende".

En ese sentido, ilustró que "en bebidas, lo que más sale es Manaos, cuando antes no estaba ni previsto que un kiosquero compre esta marca, ya que solo había primeras líneas y se vendían sin problemas. También se vende Cunnington, Secco, Neuss”.

Asimismo, sostuvo que acompañaron "en la última movilización a las pymes pidiendo la ley pyme para reforzar el consumo interno y así se llegue a lograr un poder de compra" que los beneficie".

Sobre esto, advirtió que “si las pymes cierran y los empleados se quedan sin trabajo, la primera salida laboral para lograr algo de plata es comprar productos como gaseosas, cigarrillos y golosinas y en su propia ventana poner un kiosco. Y eso es perjudicial para el comercio que está debidamente registrado".

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